Siempre mutantes
Una selección de cosas que han pasado y pasarán en València.
Jonás Trueba lo tenía difícil para escaparse del cine. Su propio nombre (al que hay que añadir un Groucho antes del apellido) y la dedicación de buena parte de su familia al séptimo arte, sólo le auguraban dos salidas: amar las historias u odiarlas con todas sus fuerzas.
En Verlanga, como no podía ser de otra manera, somos muy fans de los actores secundarios. Adjetivo que, además, creemos no hace justicia a la valía artística de muchos de ellos. Eduardo Antuña recoge el relevo de todos esos interpretes clásicos de nuestro cine que se nos están yendo poco a poco.