Jordi Núñez
Las vocaciones no se pueden controlar. Cuando aparecen lo mejor es tirar hacia adelante. Eso es lo que pensó Jordi Núñez, que desde pequeño tenía la necesidad de contar historias con imágenes. Con dos cortometrajes a sus espaldas («Píxeles» y «Amor de Dios») ya ha empezado a hacerlo.