Tejidos de la China
Es muy fácil enamorarse de los estampados orientales. El colorido siempre brillante, las formas orgánicas del mundo vegetal y animal. Y si además, viajas al lugar de origen, no hay salida, el flechazo se produce. Susa Plaza consigue que China y Valencia se hermanen en cuestión de moda. Confucio tiene la culpa.