máscaras

Tu cara no me suena

Hay en la producción de Gillian Wearing una dicotomía que funciona a dos velocidades, la que representa la verdad, sin ningún tipo de intervención, y la que opta por seguir los dictados de la ficción. Resulta tan adictiva la primera (y ahí el gen voyeur acaba siendo decisivo), que la segunda termina resultando insuficiente.

Cargando

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

✉️ Newsletter

Empieza el fin de semana con una selección cultural que incluye noticias, agenda, historias y mucho más.



* Campo obligatorio

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD