El pop en sus múltiples variantes anida en el cerebro de Paco Tamarit. Una máquina infalible a la hora de componer elegantes gemas en formato canción. Hits radiantes que van del sunshine pop al soft-pop, pasando por el folk más confortable, como el que pasea por el pasillo de su casa.
La hiperactividad compositiva de Pablo Maronda provoca que no haga ni un año que se editó «Vibraciones», el tercer álbum del grupo que toma el nombre de su apellido, y ya esté pertrechando nuevas canciones en su cabeza. Para hacer más musical la espera, le pedimos que se haga un 3 en 1 con nosotros.
Maronda tiene canciones como soles (las mejores letras de desamor que uno puede escuchar hoy en día son suyas), pero cualquiera que haya visto a Pablo en un escenario se habrá percatado de la habilidad que tiene para hacer versiones. Y aquí se nos encendió la bombilla. ¿Y todo un concierto de covers?
«La orfebrería según los místicos» es el segundo, y adictivo, álbum de Maronda. Pablo, su 50%, ha rebuscado entre sus discos y ha seleccionado a Serge Gainsbourg, Orange Juice o Little Joy.
