Uke tenía razón
Entre la frugalidad y la fragilidad, con la belleza de un trombón o la letanía de un fraseo que se evapora en las últimas sílabas. Porque ser elegante no es llevar trajes caros. Así son Uke.
Entre la frugalidad y la fragilidad, con la belleza de un trombón o la letanía de un fraseo que se evapora en las últimas sílabas. Porque ser elegante no es llevar trajes caros. Así son Uke.
Monk Parker canta como si tuviera la garganta devastada por mil miserias, las melodías se arrastran como un vals que quiere barrer las penurias e infortunios y los aires velvetianos se impulsan gracias a una instrumentación poderosa.