Foto: Ryan McGuire (Gratisography.com).

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Hay relaciones que, de tan estrechas, asustan. Ahí está Parejo. Los aficionados le gritan «perro» por la calle y pasados unos meses le aplauden en el campo. O la que establecemos con los trabajadores del supermercado que visitamos habitualmente. ¿Alguien en la sala que no haya experimentado la extraña sensación de verlos sin su uniforme? La de las mujeres y la maternidad también sigue de una actualidad que asusta. Titular de una entrevista a Laia Marull en la revista XL Semanal: «Yo no tendré hijos, y me da igual lo que opinen los demás». No es lo más interesante que contesta, pero para alguien sigue siendo una postura que llama la atención y debe destacarse. En pleno siglo XXI. Y ya no es la tía abuela del pueblo la que hurga en el tema. Orna Donath ha buscado el reverso de esta situación en su libro «Madres arrepentidas». Una realidad de la que se habla poco. Donath le explica a Marta Moreira en Vice: «En 2016 todavía hablamos de la maternidad como del reino de las mujeres, como si esta fuera la principal y única esencia para la vida de todas las mujeres». Hay relaciones que, de tan estrechas, asustan.