Foto: Ryan McGuire (Gratisography.com).

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Lo mejor en política es hacer las cosas mal. Tiene premio. Esa es la conclusión a la que ha llegado el PSOE. Y, por eso, se abstendrán en la investidura de Rajoy. Por eso y porque le tienen más miedo al Ibex 35 que a una patada de Nigel de Jong. Eso sí, la teoría de la inutilidad recompensada tiene su fundamento. José Antonio Wert ha sido, posiblemente, el peor Ministro de Educación, Cultura y Deporte del mundo mundial. Ahí lo tienen ahora de embajador de la OCDE en París, cobrando un pastón, cerca de su enamorada y sin saber nadie en qué consiste su agenda. Ana Mato fue Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Bastó una rueda de prensa durante la crisis del Ébola para comprobar lo preparada que estaba para su cargo. Con la sombra de Gürtel acechándola, el PP se inventó la Universidad Europa en Bruselas y allí que la destinó. Jorge Fernández Díaz es (se supone que con la inestimable ayuda de Marcelo, su ángel de la guarda) Ministro de Interior. Resumir las chapuzas de este Pepe Gotera de la política nos llevaría un par de semanas. Cuentan en lainformacion.com que es el favorito para ser nombrado nuevo embajador del Vaticano si Rajoy es presidente. Todo apunta que sí. Los socialistas han decidido copiar a los mundari, una tribu de Sudán del Sur. A los hombres de la misma les gusta teñirse el pelo de color rojo. Para conseguirlo, ponen sus cabezas debajo de las vacas para que les orinen encima. Alguien debería explicarle al PSOE que lo de ser rojos es otra cosa totalmente diferente.