Armando Guerra

Foto: El Ministerio

Me llamo Armando Guerra. Nací en La Habana, Cuba, pero me crié en el centro de la isla. Soy un amante de los volcanes de Nicaragua y también como buen cubano, un entusiasta de la hamaca. Las mejores ideas vienen en horizontal. No he ganado nunca el concurso semanal de ponerle frases a las caricaturas del New Yorker ni The Economist, pero lo seguiré intentando… en mi mente.

Estudié filología inglesa y francesa en La Habana, aunque me compro libros gracias a los audiovisuales. Ahora que lo pienso, me he pasado la vida siendo un extranjero, primero en Cuba, luego en Centro América y ahora en Europa.

Soy uno de los fundadores de El Ministerio, un pequeño estudio de fotografía y audiovisuales en Valencia. Me encanta todo tipo de música, pero soy un mal bailador y pésimo amante así que todos los clichés de cubanos hay que buscarlos en otras partes -sin juegos de palabras.

Vengo de una cultura muy ecléctica así que elegir una cosa de un todo es muy difícil. Es como pedirle a Fidel Castro que se centre en un tema!


Un disco:
Cualquiera de Philip Glass, Leonard Cohen o Nick Cave. Como tengo que escoger pues Einstein on the Beach de Glass. Esos numeritos repetidos en la cabeza sin cesar con variaciones menores e imágenes de marchas por el primero de mayo en la Plaza de la Revolución. Aaaaahhhh.

Una película: Ufff, me dedico a eso de filmar y escoger LA película es duro. La doble vida de Verónica de Kieślowski siempre la recuerdo. También me gustan muchos los documentales de Werner Herzog y Errol Morris. Del primero, aparte de sus clásicos como Land of Silence and Darkness, me quedo con The Wild Blue Yonder, donde mezcla improvisaciones de chelo con cantos senegaleses. De Errol Morris, The Fog of War: Eleven Lessons from the Life of Robert S. McNamara es su estilo más puro. También me encantan la publicidad que ha hecho, especialmente para PBS.

Un libro: Otra difícil, pero cualquiera de Charles Bukowski, especialmente los poemas y los cuentos. Fue un tipo controvertido y con muchos fantasmas. A todos nos hubiera gustado haber sido un poco Chinaski con respuestas inteligentes y total desfachatez con el status quo. Después de muerto, su mujer y su antiguo editor siguen sacando libros casi cada dos o tres años. Bukowski los mataría, pero nosotros los lectores se lo agradecemos como un voyeur un hueco. También me gusta la poesía de Seamus Heaney, Margaret Atwood, los Cantos de Cifar y del Mar Dulce de Pablo Antonio Cuadra y los poemas del vasco Joseba Sarrionandia.

Una serie de TV: Dekalog también de Kieślowski. No sé que le pasó en 1988, pero ese año hizo 10 películas en formato TV y dos de ellas las reeditó en dos largos. Y finalmente la serie First Person de Errol Morris. Si eres nerd o geek tienes que verla. Si te interesa el ser humano, también. jajajaja.

Una serie de dibujos de TV:  Bolek y Lolek. Era una serie polaca cuando existía el antiguo campo socialista. Crecí viéndolos. En Cuba nunca vimos super héroes ni nada de por el estilo. Me imagino que ahora ya se puedan ver.

Una revista: The Economist y Le Monde Diplomatique. Son las únicas que leo cada semana. También algo de Wired, Apartamento y AD.

Un icono sexual: No tengo. Soy aburrido.

Una comida: Ahh, un descubrimiento local: la moixama! Y si la pones en una rodaja de pan bávaro recién hecho con su toque de comino alemán es perfecta. De mi parte del mundo, el maíz hervido o el tamal. De Centro América, la repocheta nicaraguense.

Un bar de Valencia: En mi experiencia, los lugares los hace la gente así que en Valencia me quedo con La Pinça en Russafa y la gente de allí. Siempre hay amigos y también siempre puedes tirarte en un rincón a leer y no hablar con nadie.

Una calle de Valencia: Jmmm, me gusta ir en bicicleta por la parte antigua de Valencia, especialmente los domingos de verano a la hora de comer, y descubrir graffiti nuevos. Me gustan las ciudades vacías o la ilusión de vacío y si hay graffiti tipo ilustración que te hagan pararte, mejor.