Me llamo Irene, aunque ahora mucha gente también me llama Minimís. Hace más de tres años decidí abandonar mi carrera profesional en el audiovisual para dedicarme en exclusiva a lo que hasta entonces era un simple hobby: el diseño y elaboración artesanal de unas muñequitas de fieltro personalizadas en forma de broche, las Minimís. Por aquel entonces vivía en Barcelona, ciudad que, todo sea dicho, te brinda más oportunidades para realizar este tipo de cambios. Me lancé al vacío y monté mi pequeña empresa. La mejor decisión que he tomado hasta el momento.
Trabajo mucho, pero soy yo la que marca las pautas y la que da forma a este proyecto que poco a poco va creciendo. Satisfacción máxima.
Soy feliz disfrutando de las pequeñas cosas de la vida, compartiendo con amig@s, con mi familia, escuchando música, leyendo un libro, yendo de concierto o de festival (este año creo que he ido a casi todos), paseando por las calles que más me gustan de mi ciudad, tomándome un mojito al atardecer en un chiringuito de playa cualquiera…
Me encanta salir a ‘tomar el vermut’ un domingo por la mañana, sea invierno o verano, en una terracita y rodeada de buena compañía.
Confesaré una cosa: No me gusta el vermut, ¿una cervecita vale? ¿me aceptáis?
¡Salud!
Un disco: Riot on an empty street o Quiet is the new loud, de Kings of Convenience. En realidad, todo en lo que esté metido Erlend Øye, porque Dreams o Rules de The whistest boy alive también me gustan mucho. Él como cantante, como dj o como productor. The English Riviera, de Metronomy; Here We are, de Citizens!, Give Up, de The Postal Service; Space Oddity de Bowie; o el último de Daft Punk, Random Access Memories, ¡Me tiene enganchada! Empezamos mal, ¿no? Sólo era uno… Aviso que para algunas cosas me es muy difícil elegir sólo uno…
Una película: Uf! Se me olvidan todas, así que de las que recuerdo ahora mismo, El expreso de Shangai, de Sternberg, muy inspiradora. El apartamento, de Billy Wilder o Little Miss Sunshine, de Jonathan Dayton y Valerie Faris.
Un libro: Cualquiera de Matilde Asensi; El tiempo entre costuras, de María Dueñas; el último que me he leído, Dime quién soy, de Julia Navarro.
Una serie de tv: Girls, me encanta su creadora y protagonista, Lena Dunham, una crack. Mad Men, por su estética.
Una serie de dibujos de tv: Heidi (de pequeña era muy dramática).
Una revista: Kireei, Singulares Magazine.
Un icono sexual: ¿Marlon Brando? ¿Paul Newman? ¿Johnny Deep, más actual?
Una comida: Arròs al forn, siempre se lo hago a mis amigos de fuera de Valencia y les encanta.
Un bar de Valencia: Ahora mismo, para tomar el vermut, La Peseta (Cabanyal), sin duda, me da muy buen rollazo. Para el atardecer, La Más Bonita (Patacona). Simplemente, me encanta.
Una calle de Valencia: Una sola no puedo decir, a ver, sería todo el entramado de callecitas de alrededor de la Plaza Redonda, María Cristina, Plaza del Mercado, calle de Trench, Plaza Lope de Vega, calle de los Derechos, hasta llegar a la Plaza del Doctor Collado, mi favorita. Ah! Aquí también tengo uno de mis bares favoritos, el Lisboa, por el entorno en el que se encuentra. Hay otras muchas calles que me gustan, pero creo que ya me he extendido demasiado. Soy capaz de hacer un rodeo inmenso para ir a un sitio por pasar por mis calles favoritas. Antes de salir pienso la ruta que haré, sin importarme si doy más vuelta. Creo que esto lo he heredado de mi madre.