Daniel Castellanos

Foto: Óscar Pérez @festivefosco

Soy Daniel Castellanos (@cas._daniel), arquitecto, pero podría haberme dedicado a cualquier otra cosa, soy muy curioso y me fascinan un montón de cosas. No pierdo oportunidad de meterme en cualquier proyecto (más bien en ‘fregaos’ como dicen luego en mi casa) si tienen algo que ver con el diseño. De hecho, algún día me gustaría tener mi propia revista o un barquito para pasar más tiempo en el mar, a ver qué ocurre antes, ¡jajaja!

Estos últimos años he podido colaborar con estudios como Gradolí&Sanz / @casespati, Jose Costa Arq, Isabel Sendra o Bonafide Taller. Ahora estoy en el estudio de visualización arquitectónica DRAWFIELD, lo cual es muy guay porque te permite colaborar con muchos estudios que admiras e involucrarte en proyectos muy diferentes.

Una canción:

Father&Son de Yusuf/Cat Stevens. Es una conversación entre el padre y el hijo, cada uno con un punto de vista desde su momento vital.

Una película:

Recientemente he visto por recomendación del multidisciplinar artista Ricardo Ruíz la película de El Manantial, protagonizada por Gary Cooper, a colación del auge de The Brutalist. Plantea un debate muy bueno sobre si el diseño debe de estar al servicio del gusto popular o debe ser libre y atender a las razones intuitivas creativas. Pero de favoritas Lords of Dogtown, Point Break, Big Wednesday o Surf’s Up.

Un montaje escénico:

¡Uff! Diría que prácticamente la obra entera de Gordon Matta-Clark. Toda su producción es arquitectura, performance, danza, teatro, manifestación. Ojalá hubiese podido ir a algún de sus vacíos o cortes realizados en edificios. La luz era su gran protagonista.

Una exposición:

No es exactamente una exposición, pero debería. El diseñador Héctor Serrano ha hecho un jarrón por cada municipio afectado por la DANA con los restos que ha dejado la catástrofe. La idea es albergar un esqueje en ellos para ser trasplantado en un futuro en las zonas dañadas. Además, los beneficios de la venta irán a una asociación para la reparación de los campos destruidos. Creo que la ciudadanía debería ver la capacidad que tiene el diseño y lo necesario que es, además habría sido muy emotiva.

Un libro:

El viejo y el mar de Ernest Hemingway, una aventura de amistad, respeto y aceptación de la vida. De cómic, El caminante de Jiro Taniguchi, me hace reducir revoluciones, caminar tranquilamente e ir observando la ciudad.

Una serie:

De pequeño me gustaba mucho una serie de animación que se llamaba Rocket Power, un grupo de chavales que vivían en California y le daban a cualquier deporte ‘extremo’. Pero ahora recomendaría Vergüenza Ajena con Javier Gutiérrez y Malena Alterio o Poquita Fe de Raúl Cimas. Yo no he visto a nadie reírse y disfrutar tanto como a mi madre, me gusta compartir esos momentos con ella.

Un podcast:

La Parroquia, un formato predecesor al Nadie Sabe Nada y a Todopoderos. Lo hacían en Onda Cero muy de madrugada, donde la primera hora recibían llamadas de personajes muy esperpénticos a los que les seguían el rollo. El interlocutor, la mitad de las veces, no se enteraba de lo que hacían con él… ¡jajaja! ¡Muy divertido! Luego, en la siguiente hora, siempre la dedicaban a un álbum, libro, película, director o banda… y aprendías a valorar y disfrutar muchos trabajos artísticos.

¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?

Siempre me han molado las revistas de surf y como son los reportajes que vienen en ellas. Me encantaría que fotógrafos míticos que publicaban en ellas como Pacotwo, Víctor González, Jon Bakio o Igor Bellido me hicieran uno. Aunque tampoco me importaría de las nuevas generaciones como los hermanos Postigo o Gorka Ezkurdia, están haciendo cosas muy interesantes. En los reportajes los retratos para presentar al surfista en cuestión o para a la gente del lugar en el que estuvieran en busca de olas era lo que más me llamaba la atención.
Pero mientras no me puedo quejar porque tengo a mi primo (@festivefosco o @downforcearts) que siempre ha tenido la cámara en la mano y hemos vivido muchas aventuras con ella. Igual, si yo surfeara mejor, tendríamos una oportunidad ambos en alguna revista. ¡Jajaja!

Una comida:

Fácil, cocido. La versión que quieras.

Un bar de València:

Pues desde que abrieron no hemos faltado un viernes a almorzar, te diría el Bar Verbena en Benimaclet.

Una calle de València:

Los sitios que realmente aprecias los cuidas. Creo que hoy día se promocionan demasiado ciertas cosas y se acaban destruyendo. Simplemente diré que está delante del mar.

Un lugar de València que ya no exista:

Todos los campos que había en lo que ahora es el barrio de Safranar. ¡Qué destrozo a la vista hay ahora…! Bueno, en general, en todo el Bulevar Sur. Así que aprovecho esto para preguntar: ¿València, qué nos pasa? ¿Desde cuándo somos una ciudad de dos colores? ¿Hasta cuándo vamos a consentir que lo llenen todo de edificios blanc i negres?
Nuestra ciudad tenía color y alegría… Es muy triste que ahora todos hagan prácticamente el mismo edificio. ¡Lo vernacular ha muerto!

¿Con quién te tomarías un vermut?
El primero con mi pareja al sol, y los últimos del día con mi amigo Pascual, que se acaba de hacer autónomo para dedicarse a la venta de coches (@autopas.es). Siempre tiene alguna anécdota que merece un vermut. ¡Jajaja!