MªJosé Mora.

Cuando nací me pusieron María José (Mora), pero nunca me llamaron por ese nombre, que es el de mi madre. Mi apodo familiar es Chiki y mis amigas y compañeras me llaman así. Soy bailarina y gestora cultural.

Me gusta el teatro, amo la danza y disfruto con un buen pan con aceite. Siempre saco hueco para brindar. Hoy con vermut. Porque la vida hay que celebrarla.

Contra todo pronóstico sobrevivo en esta noria que es ‘la vida en el mundo de la cultura’. Bailo en Marea Danza, compañía que fundé, junto a otras cuatro bailarinas, en el año 2014 con el objetivo de acercar la danza española y el flamenco a todos los públicos. Nuestra compañía es el espacio en el que vuelco mis inquietudes artísticas. Tener una compañía propia supone mucho esfuerzo pero también da muchas satisfacciones. Con Marea Danza he bailado en lugares maravillosos y he diseñado y gestionado proyectos singulares como Mujeres de Relieve o Dansa al Museu. El primero de ellos hizo bailar a mujeres de grupos sociales desfavorecidos y el segundo interpreta obras de arte a través del movimiento.

Con nuestro último espectáculo, Amelia, ganamos el Premio FETEN 2018 al Mejor Espectáculo de Danza y hemos estado nominadas a los Premios MAX 2019. Marea Danza es un gusto. Ojalá todos los esfuerzos se vieran recompensados así.

Ando siempre cargada, en una mano la bata de cola y en la otra el ordenador. Ejerzo como productora y ayudante de dirección en obras de teatro, festivales y eventos culturales. Puede que nos hayamos encontrado en el festival Russafa Escènica, en Cinema Jove, en Pobles en Peu d’Art, en Escena Erasmus, en Dansa València, o en alguna de las producciones del Institut Valencià de Cultura.

Reivindico beneficios para la cultura a través de la Asociación Valenciana de Empresas de Danza y de la Associació Valenciana de Professionals de la Cultura, como miembro de sus juntas directivas. Pertenecer a una asociación desgasta, pero es la fórmula para avanzar como sector. Reconozco que, a veces, la inestabilidad me da vértigo, pero disfruto mucho de mi trabajo y de su contexto. No sé cómo lo he conseguido pero de pequeña quería ser artista y durante la adolescencia apareció la idea de coordinar espectáculos y aquí estoy… Me he esforzado y me esfuerzo mucho. No creo que haya otro secreto.

Los sueños están para, como mínimo, intentar cumplirlos. Hoy brindo por quienes tienen sueños y los persiguen. ¡Salud!

Un disco: El disco de debut homónimo del músico brasileño Helio Matheus. Me topé con él por casualidad en una tienda de discos de Hamburgo y cada vez que lo pongo la buena onda se dispara. También tengo predilección por Nuevo día de Lole y Manuel.

Una película: De las últimas que he visto, O que arde, belleza incendiaria. Recomendación de mis queridos “Jóvens gestors culturals”.

Un montaje escénico: 
Bosque Ardora de Rocío Molina, porque transforma lo establecido en el flamenco. La hipnótica pieza de danza contemporánea Time takes the time time takes de Guy Nader/María Campos. El realismo y la crudeza de Mendoza de Los Colochos y Extraños mares arden de Azkona & Toloza. Y no puedo dejarme Ahora todo es noche (Liquidación de existencias) de La Zaranda, impresionantes.

Una exposición: El proyecto ¡FEMINISMOS! del CCCB ¡Bárbaro! Formado por dos expos: La Vanguardia Feminista de los años 70 y Coreografías del género.

Un libro: Manual para mujeres de la limpieza, Rayuela, Los renglones torcidos de Dios, cualquiera de Liniers.

Una serie: Succession. Sí, después de Juego de Tronos hay vida.

Una serie de animación: Las aventuras de Tintín.

Una revista: SusyQ
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Un icono sexual: Khal Drogo.

Una comida: El cocido light de mi madre. Y los kiwis. Y el pan bueno.

Un bar de València: El Café del Duende, por ser el más flamenco.

Una calle de València: Calle Hospital, donde para mí todo empieza y acaba.

¿Con quién te tomarías un vermut? 
Como he dicho más arriba, con quienes tienen sueños y los persiguen.