Lenta, concreta, concisa, sencilla… esto me encantaría la verdad… Pero más bien inquieta, de tiempos exprimidos, poco descanso, relajación la justa, a pijo sacao diríamos… (no estoy orgullosa de ello).
Multitask de DSM y bailarina, lo digo en bucle y así me lo creo, lo práctico desde el pensar y el hacer. Bailarina de las del bailar, a veces frustrada por las horas de ordenador, burocracia y gestión… Así en resumen…
Me llamo Marta García Navarro y trabajo como bailarina en proyectos propios, también con La Coja Dansa, con Visitants Teatre o en proyectos de investigación con Noe Arcos, como docente trabajo en la Escuela de Danza María Carbonell y en A contar Mentiras, como gestora en APDCV y como mediadora en el proyecto Via Escènica y en Festival Russafa Escènica que está a puntito de empezar…
En el Festival me encargo de la gestión de públicos y la mediación, tareas que he ido descubriendo, experimentando y explorando sobre la marcha edición a edición, escribiendo cada vez más grande la palabra ESPECTADORA… y además esté año estoy como ‘tallerista’ del antiguo invernadero con la propuesta Cosica, todo un reto con el que me lo estoy pasando estupendamente y aprendiendo muchísimo de la mano de Santi de La Fuente, Tomàs Verdú, Noe Arcos y un grupo de 12 bailarines que son fantasía celestial.
Una canción:
Ufff qué difícil… La verdad que escucho mucha música, por mi trabajo y porque desde pequeñita en cada rinconcito de mi casa había un altavoz… Voy a decir dos. Una de mi infancia, que podría ser cualquiera de Bob Marley, pero igual me quedo con Turn your lights down low, me da calma. Y aunque el verano se esté acabando, Cómo Ye?! de Rodrigo Cuevas me parece magia, la puedo escuchar en bucle.
Una película:
Shrek , no he reflexionado mucho sobre la película, pero es que me ha venido la imagen a la cabeza, de esa sala de cine con mis padres y mi hermana… Viendo una película en 3D donde flipé con la crítica y la ocurrencia de la historia… Después de ver una película de Disney tras otra, este momento fue una revolución.
Un montaje escénico:
Está sí que me parece complicadísima… Una que me pareció preciosa fue Ramat Simfónic de Quim Girón y Moon Ribas en Sismògraf de 2023 y me hipnotizó El Ardor de Alberto Cortés.
Una exposición:
Madre mía… como la que más… Por salir un poco de los museos más convencionales. El año pasado estuvimos en Berlín en una exposición que se llamaba Dark Matter y la verdad que igual no fue lo mejor he visto en mi vida, pero desde luego fue un momento inspirador y divertido.
Un libro:
Fabricar Historias de Chris Ware. Una novela gráfica que tenemos en casa, y en el covid la abrimos y flipamos con el formato, las historias, la edición… Es una fantasía, una pasada.
Una serie:
Igual es un clásico, pero me lo he pasado tan bien viendo The Office…
Un podcast:
Sastre&Maldonado. Este último año nos hemos echado unas risas con ellos entre mudanza y mudanza.
¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?
Diría Joan Verdú. Vivo con su hijo y en estos últimos años he estado rodeada de su obra, creo que sería superbonito saber cómo sería ese retrato.
Una comida:
Ñoricas fritas con tomate con ensaladilla, la ensaladilla con muchos variantes y una de las latas de atún en escabeche. La lista de la comida creo que podría ser infinita, no puedo dejar de mencionar los huevos rellenos de mi tía, las pelotas del pueblo de navidad o un platico de mojama y hueva, unas guildas y un vermut un sábado al medio día.
Un bar de València:
Una cerveza en el Olibar, un menú del día en La Cantina de Russafa y un vino en Agustín Rico…
Una calle de València:
Calle Vicent Lleó 😉
Un lugar de València que ya no exista:
Hamburguesería Bufit. Si leen esto, ¡¡¡que me pasen la receta de los nachos porfa!!!
¿Con quién te tomarías un vermut?
Me tomaría un vermut con mucha gente, muy difícil esta pregunta. Me tomaría un vermut con Karol G y con La Rosalía. Pero también con amigas que hace mucho tiempo que no veo, por ejemplo con mi amiga Clara que desde el cole no la veo. Me tomaría un vermut con mis abuelas. Y por supuesto, me tomaría un vermut con toda esa gente a la que en los últimos años he dicho “tenemos que quedar” y aún no nos hemos visto.