Foto: Vanessa González.

Soy Yolanda González y, como buena gata, adoro el vermú. Soy gestora cultura y profesional de la comunicación audiovisual, nacida en plena movida madrileña en el año 83. Años en los que saltaba en la cama a ritmo de Alaska y parecía Bob Esponja cuando me ponían hombreras.

De pequeña quería ser arcóndiga. Era tan pequeña que no sabía ni decir, arqueóloga. Indiana Jones hizo mucho daño a mi generación. Estuve años recopilando piedras, minerales y de todo. Luego me pasé a la paleontología, aprendiéndome todos los nombres de dinosaurios posibles, a cada cuál más raro. El caso, es que al final, lo más cerca que estuve de ser arcóndiga, fue el Arqueologic Nova que me trajeron esos Reyes Magos.

Más tarde quise ser astronauta. Era muy inquieta y muy soñadora. Tenía (tengo) un gran mundo interior. Cuando me enteré de todo lo que había que estudiar para ser astronauta… pensé que quizás ya si eso en otra vida. Mi madre trabajaba los fines de semana y mi padre solía despertarnos con sus vinilos de Queen, Sex Pistols, Pink Floyd… a todo volumen y después nos llevaba a mi hermana y a mí a visitar museos. Supongo que ahí me entró el gusanillo por la cultura. Fue entonces también, sobre los 12 años, cuando me llamó la atención la televisión. Sobre todo, los periodistas corresponsales. Mis héroes y heroínas en la adolescencia. Aquellos que hacían conexiones desde lugares inhóspitos, enfrentándose a todo tipo de inclemencias y jugándose el tipo.

Pero no estudié periodismo, sino comunicación audiovisual. ¿Por qué? Una, tengo miedo escénico y otra, mi pasión por la fotografía. Con 21 años me fui a trabajar de Operadora de Cámara a IB3, la televisión autonómica de Baleares y a continuación, a Canal 9. Así comenzó mi vida nómada. He vivido en Mallorca, Ibiza, norte de Italia, Londres, Bolivia, y también conozco bastante Estados Unidos. Y terminé aquí en Valencia, de rebote, por amor. Y esta terreta en la que llevo ya más de diez años, se ha convertido en mi hogar, mi campamento base, mi hangar.

En 2012, Londres me voló la cabeza. Había estímulos por todas partes. Al regresar a Valencia aquella vez, decidí cofundar la revista cultural digital Le Cool Valencia y hacer el Máster en Gestión Cultural en la UPV.

Me habéis podido ver en el Centre del Carme como mediadora cultural y en el proyecto para la Generalitat, 2030: Educant per al futur sostenible. Haciendo reportajes y rodando documentales en Grecia, Líbano y Guatemala y como técnico audiovisual en cine y televisión. En el Burning Man, alucinando más que una cría en una heladería y trabajando con la agencia de comunicación cultural Lavisible. Si coincidimos en algún evento, sí, yo soy la del pelo raro y las Martens negras que está subiendo stories de los aperitivos de queso.

Un disco: Substance de Joy Division. Que es aún mejor que Unknown Pleasures, porque tiene temazos que no publicaron en ningún álbum y las primeras canciones de la banda. Crecí con Blur (Parklife fue la primera cinta de casete que me compré en mi vida) Alanis Morrisette, Garbage… Ahora últimamente estoy escuchando mucho a Fontaines DC, ¡son una pasada!

Una película: Eternal Sunshine of the Spotless Mind, de Michel Gondry, siempre será mi película favorita. Me gustan mucho también: The Royal Tenembaum (Wes Anderson), La Haine (Mathieu Kassovitz), Lost in Translation (Sofia Coppola), Melancholia (Lars Von Trier) y Mommy (Xavier Dolan). De las últimas que he visto, me enamoró mucho The Florida Project (Sean Baker) por la historia y la fotografía.


Un libro: Roald Dahl y sus cuentos perversos me fascinaban de niña. De más mayor me quedo con Irvine Welsh (Transpotting) y Jack Kerouac (En el Camino). Hace poco leí Ropa, música, chicos, de Viv Albertine, una ex Slits. Cuenta desde dentro la escena punk británica, la locura de aquella época y cómo la música, y el arte en sí, le salvaron la vida. Es genial.

Una serie de tv: Friends (soy capaz de comparar cualquier situación cotidiana de mi vida con algún capítulo de la serie). También Twin Peaks, Misfits y La Hora Chanante.

Una serie de dibujos de tv: Los Caballeros del Zodiaco y Beavis and Butt-Head (cuando la MTV molaba).

Una revista: Foam, una revista de fotografía contemporánea que es una delicia. Además soy una loca de los fanzines.

Un icono sexual: Jim Morrison como icono atemporal y James Franco como icono más actual.

Una comida: La tortilla de patatas de mi padre y croquetas (soy una auténtica fanática, las pruebo allá donde voy).

Un bar de Valencia: El Abrazo de la China en Ruzafa. Viví muchos años cerca de este bar y siempre ha sido un punto de encuentro para mi. Un lugar muy acogedor en el que he vivido momentos muy buenos y muy malos que recuerdo con muchísimo cariño.

Una calle de Valencia: Me apasiona perderme por El Carmen. Uno de mis rincones favoritos, que me descubrió una buena amiga, es la Calle Gutenberg.