En Verlanga nos obsesiona nuestra ciudad. Sus calles, sus monumentos, sus rincones, sus edificios, sus parques, sus bares, … por eso a la mínima ocasión aparece en nuestras «páginas» e intentamos que personas relacionadas con la cultura interactúen con ella, que imaginen otras posibilidades, que ayuden a mejorarla, porque una ciudad que no se mueve, que no esté dispuesta a cambiar, está muerta. Sin periodicidad fija, invitaremos a personas cuyo trabajo admiramos a que reflexionen con nosotros sobre determinados lugares de Valencia. Para empezar, hemos escogido la fuente popularmente conocida como La Pantera Rosa.
La Fuente Pública (nombre real de la misma) es obra de Miquel Navarro, está situada en la Plaza Manuel Sanchis Guarner, fue inaugurada en 1984, con unas dimensiones de 22x3x2 m, forjada en hierro pintado y conmemora el canal Túria-Xúquer. Este 2014 cumple 30 años y como se puede ver en la fotografía superior necesita algo más que una mano de pintura, fruto de la dejadez de las autoridades que, como en tantas otras cosas de la ciudad, nunca han sabido valorar lo que tenían. Hasta hace poco su gran cometido era servir como piscina improvisada para la chiquillería de raza gitana que ahogaba en ella sus calores en verano. Alguna mente iluminada debió pensar que aquella no era buena imagen para una de las entradas de la ciudad y ahora durante los meses estivales permanece seca, con un aspecto todavía, si cabe, más deplorable.
Para hablar de La Pantera Rosa, de lo que es, de lo que fue y de lo que podría ser, hemos reunido al ilustrador Elías Taño, al guionista José Mas, al cocinero Yelel Cañas y al músico Josep Lluís Galiana como interlocutores.
ELÍAS TAÑO
Elías Taño es canario, pero lleva ya tanto tiempo aquí que podríamos decir que tiene la doble nacionalidad. Talentoso ilustrador, sus dibujos supuran vida y parece que van abandonar el papel en cualquier momento. Es el cerebro de la publicación Arròs Negre y entre sus últimos trabajos cabe destacar el grafismo para la obra de teatro «Donde las papas queman» de la Compañía A Tiro Hecho.
¿Qué te parece la fuente?
La verdad es que cuando llegué a Valencia, hace más de diez años, no me pareció «tanto», pero una vez que empecé a conocer el trabajo de Miquel Navarro y la coherencia en las formas y el discurso geométrico, pues como que le he ido cogiendo cariño. Sobre todo me quedo con las ciudades inventadas de este escultor, que ilumina hábilmente para crear unos espacios muy sugerentes, casi escénicos podemos decir. La fuente en sí no me desagrada, aunque no sé si por el paso del tiempo y la herrumbre la encuentro un poco decadente.
¿Crees que está bien integrada en la ciudad en el lugar que ocupa? ¿Tú la hubieras colocado en otro sitio de la ciudad?
El lugar que ocupan las esculturas en una ciudad me parece de vital importancia para entenderlas. La moda de situar esculturas en las rotondas no me inspira confianza, por lo que a nivel político significan. Prefiero verlas más integradas y cercanas, lejos de esos pedestales de hormigón. Por ejemplo, me parece lamentable la faraónica plaza de Mislata con esculturas de Miquel Navarro también, en la que ni siquiera hay una solitaria sombra, o un lugar pensado para el ciudadano. Cuando el arte se olvida de poner el acento en el ser humano, en mi opinión, deja de tener interés. Siempre me ha gustado que la escultura ocupe un lugar en el que pueda ser apreciada con cercanía, donde pueda ser tocada e intervenida en último caso. Yo la hubiera puesto en un descampado del extrarradio. (Risas)
Si tuvieras que hacer alguna ilustración inspirada en ella, ¿qué tipo de dibujo sería?
La verdad es que no me veo muy cercano al estilo minimalista, soy más del rococó, destilado de algo de expresionismo y un horror vacui patológico. Como dibujo sería más un insecto que una pantera. Un chupóptero, lángido y fumador.
¿Hay algún lugar de Valencia que te haya inspirado para dibujar?
Pues sí. Toda ella. Con su decrepitud y su caspa política. Y la vitalidad y la alegría de la otra Valencia. Esa que nadie conoce desde fuera, y que descubre cuando llega. Ese algo que tiene la ciudad que no sabes por qué, pero siempre te arroja a ella.
JOSÉ MAS
José Mas es de Jávea, pero como en el caso de Elías Taño, su carrera profesional se ha desarrollado, principalmente, en Valencia. Es guionista y ha trabajado para un montón de programas de la ya extinta Canal 9, de «Autoindefinits» a «Gormandia». Ahora forma parte del proyecto Sol de invierno, en el que confluyen dos de sus pasiones, contar historias y La Marina Alta, y en el que entre otros contenidos tienen previsto estrenar, en breve, una webserie con muy buena pinta.
¿Qué te parece la fuente?
No sé como será para los que han vivido siempre en Valencia, pero para mí que vine a la «Ciutat del Túria» por primera vez con 18 años para estudiar en la universidad, la fuente de La Pantera Rosa era lo que me indicaba que había llegado a mi destino. La Pantera Rosa era la puerta de entrada a Valencia para los que veníamos de la provincia de Alicante y para mí, al menos en esa época la ciudad se dividía en dos: todo estaba a la derecha o a la izquierda de la fuente. Tardé tiempo en descubrir que si seguías recto ibas a parar directamente a la Gran Vía cerca del mismísimo centro. Pero yo no iba al centro, yo iba, como se solía decir, «al llegar a La Pantera Rosa hacia la izquierda» para parar en la estación de autobuses, cuando viajaba en bus, o «al llegar a La Pantera Rosa hacia la derecha» para ir directamente a Benimaclet, cuando viajaba en coche. Realmente creo que esa ha sido su única función desde siempre, la de erigirse como un Totem en la entrada de la ciudad, porque la verdad es que ni como fuente, ni como rotonda ha hecho nunca mucho papel. Puedes pasarte el día contemplándola (eso es tener mucho tiempo libre y pocas cosas que hacer, he de decir) y podrás contar con los dedos de una mano los coches que giran alrededor de la fuente para cambiar de sentido. Lo de ver gente que acuda a refrescarse en sus aguas poco cristalinas, ni lo comento, digamos que no hay costumbre. Ahora la fuente de La Pantera Rosa acumula polución del tráfico de la ciudad y poco más. Todo el protagonismo y el mérito de ser la entrada sur de la ciudad se lo han arrebatado la Rotonda de los Anzuelos y el «Puente Jamonero», el que te lleva directamente a la puerta del Corte Inglés. Sin duda, la fuente de La Pantera Rosa, vivió tiempos mejores. Pobre!
¿Crees que está bien integrada en la ciudad en el lugar que ocupa? ¿Tú la hubieras colocado en otro sitio de la ciudad?
Creo que una vez colocada, la fuente y el lugar que ocupa, para mi, son la misma cosa y no se entiende la una sin la otra. La Pantera Rosa es lo que es porque está donde está, si no, estaríamos hablando del Parotet y no de La Pantera Rosa.
Si tuvieras que escribir algún guión inspirado en ella, ¿qué tipo de guión sería?
La película seria una de catástrofes naturales en la que la ciudad queda arrasada por el ataque de «L’Anguila Gegant» de la Albufera…. bueno, no, quizás me he pasado. Reescribo la sinopsis. Sí mejor que la ciudad sea destruida por una «riuà», sí eso: unos gobernantes sin escrúpulos deciden volver a llenar de agua el antiguo cauce del río para que se puedan celebrar las pruebas de piragüismo y de remo de las olimpiadas de Madrid 2028, desatendiendo las advertencias de unos ecologistas sobre el riesgo de desbordamiento ante una posible gota fría. Y claro, pasa lo que pasa siempre, que viene la «riuà» y al final, en un homenaje a la película del planeta de los simios, el único superviviente, el actor Raúl Arévalo (por seguir con la coña de los Goya: hay un actor que lo hace todo en España,) contempla una valencia derruida en la que lo único que queda medio reconocible de la ciudad en escombros es la fuente de La Pantera Rosa. The end!
¿Hay algún lugar de Valencia que te haya inspirado para escribir una historia?
Sí, fue para un trabajo de sketches de humor en los que la acción transcurría en la Edad Media, con dos personajes que eran guardias que vigilaban un castillo desde una torre con almenas. No sé por qué pero me ayudaba pensar que estaban en lo alto de las Torres de Serrano, ahí viéndolas venir, muy bien sin saber qué hacer en la mayoría de las ocasiones. Hace poco por curiosidad y un poco por la tontería, subí a las Torres de Serrano y oh! tuve la sensación de estar como ellos, igualmente, ahí, viéndolas venir. Qué cosas!
YELEL CAÑAS
Yelel Cañas despertó muy pronto su afición por la cocina porque según aseguran sus padres, a los 5 años ya realizaba pequeños pucheros. Londres, Nueva Zelanda, Panamá, y en realidad todo el continente americano, fueron destinos fundamentales para su formación profesional. Desde 2009 es el chef del restaurante Kiaora, proyecto creado junto a su padre, quien se encarga de una masía que abastece las recetas de Yelel de productos bio.
¿Qué te parece la fuente?
Pienso que es una referencia geográfica en la ciudad de Valencia. Como escultura ni me gusta ni me disgusta, pienso que si acondicionaran mejor su entorno seria más llamativa e interesante.
¿Crees que está bien integrada en la ciudad en el lugar que ocupa? ¿Tú la hubieras colocado en otro sitio de la ciudad?
Sí, ya que siempre he vivido próxima a ella y me sirve como referencia, distracción en algún momento y punto de encuentro cuando viene gente de fuera de Valencia. No la moveria de donde está.
Si tuvieras que crear un plato inspirado en ella, ¿qué tipo de plato sería?
Haría un postre veraniego que constaría de una sopa fría de melón, con un helado de cereza y unos sticks de algarroba y fresa representando la escultura.
¿Hay algún lugar de Valencia que te haya inspirado la elaboración de un plato?
El lugar que sin duda más me inspira de toda la ciudad, y posiblemente de muchos otros sitios, es mi devoto Mercado Central, donde cada mañana de mi vida paseo buscando inspiración, platos que me vengan a la mente. Cada martes, tres platos de mi menú se crean en ese mismo lugar, donde cada rincón inspira, sugiere y rebosa ideas de COMIDA COMIDA COMIDA!
JOSEP LLUÍS GALIANA
Josep Lluís Galiana es improvisador, saxofonista, compositor y musicólogo, por ese orden según aparece en su página web. Su pasión por la música no se limita a componer, grabar y dar conciertos, sino que también le interesa la vertiente teórica. Publicó hace un par de años un ensayo sobre la improvisación libre y está a punto de ver la luz una recopilación de escritos sobre creación electroacústica, improvisación libre y otras músicas experimentales que ha publicado durante las dos últimas décadas.
¿Qué te parece la fuente?
Siempre me ha parecido una escultura insulsa, un poco palo y perdió pronto su color rosa, aunque nunca entendí porqué ese color para una fuente. Tampoco creí que representara una fuente. Recuerdo que en la segunda mitad de los años 80 y principios de la década siguiente, La Pantera Rosa se convirtió en nuestro punto de encuentro para salir de viaje cuando los bolos eran en dirección hacia el sur (si la salida era hacia el norte, quedábamos en otro punto con menos glamour, el Hotel Renasa). Así que tuve ocasión de pasar mucho tiempo bajo su alargada figura y llegué a la conclusión de que la fuente de Miquel Navarro se parecía mucho a una gigantesca bomba de agua manual como las que antiguamente habían instaladas en muchas casas en los pueblos. Después de tantos años, pienso que la obra de Navarro se ha convertido en un símbolo muy importante para la ciudad de Valencia.
¿Crees que está bien integrada en la ciudad en el lugar que ocupa? ¿Tú la hubieras colocado en otro sitio de la ciudad?
No creo que eso sea importante en este caso, porque la plaza donde está ubicada se ha ido haciendo con el tiempo y la pieza ha formado parte y seguirá formando parte del desarrollo urbanístico del entorno, teniendo en cuenta que todavía está pendiente la creación del Parque Central. Así que pienso que se encuentra en un lugar idóneo. Además, si en su día se encargó al artista para conmemorar la traída de aguas a Valencia del Júcar es lógico que se instalara en la salida de la ciudad hacia el sur, mirando hacia el Júcar.
Si tuvieras que hacer alguna canción inspirada en ella, ¿qué tipo de canción sería?
Sin duda, jugaría con el agua y sus inmensas y recurrentes posibilidades tímbricas, sus texturas y sus intensidades emocionales. Creo que realizaría una pieza electroacústica a partir de materiales sonoros grabados de fuentes, del propio río Júcar y del mar.
¿Hay algún lugar de Valencia que te haya inspirado para componer música?
Muchos lugares. Sobre todo aquellos lugares donde he dado conciertos. Llevo muchos años dedicándome principalmente a la improvisación libre y los espacios son muy importantes para los improvisadores. Te diría que creamos a partir de ellos y de sus cualidades y posibilidades. Hace unos meses, actué en el Refectorio del Centro del Carmen y el espacio me gustó mucho. Jugó un papel determinante en el proceso sonoro del concierto que dimos allí. En los años 90, di algunos conciertos en tres espacios distintos de la Beneficencia a cuál de todos más inspirador, aunque muy especialmente la iglesia por su peculiar acústica. También me inspiraron en su momento los antiguos clubs o bares donde tocábamos en los años 80 y 90.