Soy Xavi Fernández, y estas cosas me abruman un poco: soy más de backend que frontend. Con una carrera profesional de más de 20 años vinculada al sector gráfico –aunque siempre realizando también tareas tic (benditas pymes en las que no te puedes encajonar…)– un buen día decidí colgar el Pantone y centrarme completamente en la consola, los comandos, y la erótica del cable.

Desde 2020 estoy a tiempo completo en la empresa de alojamiento web Datomedia (si me lees es porque hoy no he roto nada ;-∫ ). Un proyecto que se forjó en 2004 casi por accidente, muy unido a estudios de diseño, que durante años, se fue cociendo a fuego lento, como un complemento a mis tareas del régimen general, hasta que un buen día, tuve que elegir si me mantenía en la zona de confort, o no… Si eres autónomo y me lees, sabes lo que elegí 😉

En los últimos años, hemos conseguido un buen posicionamiento en la Comunidad Valenciana, estando especializados el alojamiento de plataformas de comercio electrónico, educación y hosting WordPress siempre con el objetivo de ofrecer un trato muy personalizado, que hacen que nos convirtamos en una extensión más de nuestros clientes.

A nivel profesional, me considero privilegiado por trabajar en lo que me gusta y por poder compartir y apoyar iniciativas locales como todas las de la Comunidad WordPress de Valencia o poder colaborar con estudiantes de diseño y programación de diversas instituciones educativas.

En lo personal, soy padre de una criatura de 18 años que ya me saca 3 dedos (tampoco era muy difícil..), e intento aprovechar el máximo de mi tiempo libre en familia para compensar las jornadas maratonianas de trabajo que nos impone esta privilegiada sociedad del bienestar en la que vivimos.

Una canción:

Bizarre Love Triangle de New Order, aunque me definiría más Enjoy the Silence de Depeche Mode (hubiera sido la primera opción se llamara Enjoy the coffee and silence  ;¬).

Una película: 

El sexto sentido, quizá sea la única película que he tenido que ver dos veces en la gran pantalla, por no estar en lo que tenía que estar.

Un montaje escénico:

Mar i Cel de Dagoll Dagom en el Teatre Principal, en marzo de 2006, en una de las dos únicas funciones que el gobierno de turno tuvo la delicadeza de no traducir… La obra de Ángel Guimerá y la preciosa música de Albert Guinovart la hacen única.

Una exposición:

La batalla del barro, año 2017 en la fundación Bancaja, en la que participé laboralmente en su producción, algo que por aquel entonces nos quedaba muy lejos y ahora demasiado cerca.

Un libro:

El club de los poetas muertos de N.h. Kleinbaum.

Una serie:

Con nuestro ritmo actual de content snacking es difícil que algo te marque, pero te diré que una seríe que tengo ganas de volver a ver es Here and now de HBO.

Un podcast:

Me muevo entre podcasts técnicos, true crime y humor, según tenga el día, pero no falla nunca Territorio Negro de Marlasca y Rendueles por ritmo y duración (más corto que algunos audios que recibo por Whatsapp).

¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?

Es difícil, porque soy más de local que de campo contrario, y con el nivelazo que tenemos en la terreta, elegir implica rechazar, y yo soy de ir con todo (debo tener ascendencia gallega, lo sé)

Una comida:

El cordero m’hammer del restaurante Dukala del Botànic, a pesar de las dificultades que tenemos los forasteros para aparcar el fin de semana, siendo cocina de la otra orilla, nos devuelve de una manera mágica a nuestros orígenes.

Un bar de València: 

La Cervecería Juan, en la calle Islas Canarias, tiene esa esencia de bar de barrio que vamos perdiendo por la invasión de las franquicias y la quinta gama.

Una calle de València: 

Matemático Marzal, no me preguntes porqué, pero m’encissa el contraste.

Un lugar de València que ya no exista:

Creo que la propia Valencia en sí, que poco a poco se va diluyendo por esto que llamamos progreso y que nos va robando la identidad para que otros se adueñen de ella.

¿Con quién te tomarías un vermut?

No me lo tomaría con nadie de esta ‘sin’ clase política que nos dirige, da igual el color, dudo que tengan algo que aportarme. El resto bienvenido, soy bastante fácil si hay vermut, muchas patatas y aceitunas.