Cerca de veinte años llevan los estadounidenses The Warlocks grabando discos. Álbumes llenos de pasajes atmosféricos, calma intensa, espirales envolventes, precisa gotas shoegaze, melodías que podrían reproducirse hasta el infinito y un andamiaje de clara reminiscencia pop.
Resulta imposible no caer rendido a las canciones de Clara Andrés. En ese punto exacto en el que pop melódico, la bossa nova impregnada de aires Mediterráneo y la canción de autor se juntan. Intimista, elegante, cálida, sus composiciones miman y mecen al oyente. Así debería ser la vida.
Con Ramírez se acumulan las etiquetas y los calificativos. Su riqueza sonora ha explosionado en un magnífico disco de debut (“Book of youth”), en el que el pop, el folk, la psicodelia y todo lo factible de ser facturado artesanalmente con gusto tiene cabida. ¿Syd Barret meets The Magnetic Fields?
Los actores de «Deseo y placer», último montaje de Caterva Teatre, eligen las canciones que marcaron sus vidas. Y hay de todo: de Los Planetas a Queen, pasando por Alaska y Dinarama.
