Andreu Alfaro. Dibuixar l’espai es el título de la exposición que se puede visitar en La Nau hasta el próximo 12 de noviembre. Un proyecto que rinde homenaje a uno de los imprescindibles de la cultura comisariado por el artista Artur Heras y el profesor Anacleto Ferrer, dos buenos conocedores de la obra de Alfaro.
Con más de 150 piezas entre dibujos, esculturas, fotografías, esbozos escultóricos y cuadernos de dibujo, la muestra propone un recorrido por el proceso creativo del artista, donde se va descubriendo su pasión por la forma, guiada siempre por el dibujo y representada en diversas facetas: el dibujo, la fotografía, la pintura y, finalmente, escultura, por la que será conocido y reconocido internacionalmente.
«Alfaro no trabajaba la abstracción, sino que sus piezas arrancan desde una vivencia muy vinculada con la conexión con la vida cotidiana», son palabras de Artur Heras, que también remarca «la fascinación» de Alfaro por el cuerpo humano, «que plasma de forma permanente en la muestra tanto como dibujo sobre papel como en las esculturas».
“El dibujo de Alfaro es elegante, sutil, abierto, con trazos muy sugerentes. Es la principal forma de expresión y comunicación del artista”, explica el profesor Ferrer, resaltando la faceta escultórica de Alfaro “como una necesidad física que nace cuando llega al extremo del papel; una necesidad de seguir dibujando en el espacio”.
Para Alfaro (1929-2012), el taller representa la “sala de máquinas” del proceso creativo; es el espacio en el que imagina, dibuja, proyecta y ejecuta sus obras. Su forma de trabajar y dar forma a sus piezas cobra sentido aquí a partir de tres elementos claves para el artista: su biblioteca, sus cuadernos de trabajo y, finalmente, las maquetas.
Como buen lector, Alfaro acumula una buena biblioteca con libros de todas las disciplinas que alimenta su curiosidad e impulsa gran parte de sus obras. De esa curiosidad insaciable dan cuenta también sus cuadernos de trabajo, donde afloran sus cavilaciones personales, anotaciones de lecturas, esbozos de esculturas… Entre el centenar que el artista conservó se exponen por primera vez una amplia selección en esta muestra.
Es su faceta como escultor vocacional la más reconocida internacionalmente. En los procesos previos a la construcción de una escultura de medio o gran formato, la enorme cantidad de dibujos y maquetas que el artista deja atrás antes de dar forma definitiva, conforman un pequeño universo de experimentos materiales, laboratorio y probaturas de escala que adquieren, como lo esbozado en los cuadernos, relevancia estética sustantiva.
La exposición se puede visitar en La Nau de martes a sábado, de 10 a 14 y de 16 a 20 horas y domingo y festivos, de 10 a 14 horas. La entrada es libre.