La exposición Alfredo Ruiz: caminos hacia la modernidad en las fallas (IVAM, hasta el 23 de abril) es un proyecto de investigación sobre la obra del artista Alfredo Ruiz Ferrer (València, 1944), pionero de las fallas experimentales. La muestra, un proyecto de los diseñadores y gestores culturales Ricardo Ruiz y Daniel Escobedo, plantea un recorrido histórico por sus obras, desde 1968 hasta la actualidad, a través de maquetas y bocetos que constituyen el material de trabajo que se salvó del fuego. La propuesta también incluye la presentación de la última falla del artista, ‘Bosque geométrico’, que ya puede visitarse en el museo.
“Siempre he pensado que mis fallas estarían en el IVAM y se ha cumplido”. Son palabras de Alfredo Ruiz, quien nunca ha distinguido su trabajo del arte contemporáneo. “Las fallas me han ido construyendo a mí, me han enriquecido y me han permitido divulgar el arte, la poesía e incluso temas conflictivos”.
“La muestra recorre la renovación constructiva y estética de los monumentos falleros creados por Alfredo Ruiz en las últimas décadas”, explica Nuria Enquita sobre el proyecto que pretende “trazar un recorrido desde sus inicios en el barroquismo, su interés por explorar nuevos lenguajes y su evolución hacia una depuración progresiva formal, influido por referentes como Nietszche, Malévich, Kandinsky o Albert Camus”.
Para Daniel Escobedo la idoneidad de esta muestra en el IVAM permite traspasar esa frontera que diferenciaba al artista fallero de otros creadores, entendiendo que todos y todas son artistas independientemente de donde muestren su arte. “El IVAM es el lugar idóneo para reivindicar la figura de Alfredo Ruiz porque su producción es moderna. Traer su trabajo al IVAM es importante. El arte y la cultura son una herramienta básica para lograr un mundo mejor: si en las fallas hay más arte y más cultura, el mundo será un poco mejor”, puntualiza Ricardo Ruiz.
De orígenes humildes y formación autodidacta, Alfredo Ruiz heredó el estilo barroco y grotesco de sus mentores, pero pronto comenzó a buscar en las fallas un medio de expresión de sus propias inquietudes e ideas. “A partir de 1982 comenzó a tratar temáticas sociales como el ecologismo, la desigualdad, el capitalismo, el racismo, la pena de muerte, la vejez… temáticas innovadoras en un lugar que repetía fórmulas ya quemadas”, apunta Ricardo Ruiz.
Aunque durante un tiempo trabajó en la empresa Lladró, siempre regresó a la calle. “Para Alfredo era fundamental el espacio público, el arte de la calle”, matiza Daniel Escobedo. Entre las obras de Alfredo Ruiz que recoge la muestra destacan bocetos y maquetas como ‘Naturaleza muerta’, una falla que ya en 1982 planteaba un cambio en el remate; ‘Elegía II’, de 1998, contra la explotación infantil, o la mítica ‘Poesía horizontal’ para Mossén Sorell-Corona: una pieza en el suelo cuadrangular, de varias decenas de metros, sin ningún ninot y representando, exclusivamente, una falca, que rompía la tradicional verticalidad del gremio. También se muestra material de archivo inédito y una pieza de vídeo realizada por Raquel Cambralla que reúne entrevistas a artistas que en la actualidad realizan fallas experimentales.