‘Naturalezas contradictorias’, tal es el lema del Premio Internacional de Fotografía E CA de Riba-roja de Túria (València), que ha atraído a un millar de propuestas de todo el mundo al concurso, organizado por el Ayuntamiento de Riba-roja en colaboración con la Generalitat Valenciana y el Institut Superior D’Ensenyances Artistiques (ISEACV), y que está coordinado por la revista de artes visuales y cultura contemporánea MAKMA.
Las tres propuestas ganadoras se repartirán un total de 11.000 €, entre los 5.000 € del primer premio, los 3.000 € del segundo premio, los 2.000 € del ‘Premio E CA – Jove’ y los 1.000 € destinados, finalmente, a la mejor fotografía por votación popular. El Espai d’Art Contemporani ‘El Castell’ (E CA) de Riba-roja de Túria acogerá las 100 fotografías finalistas, entre las que se encuentran las ganadoras, en una exposición que se inaugurará el próximo jueves 27 de octubre.
El jurado de esta primera edición ha estado conformado por Claude Bussac, directora de PHotoEspaña; Ana Teresa Ortega, Premio Nacional de Fotografía 2020; Pep Benlloch, fundador de la galería Espaivisor y director del Master en Fotografía de la Universitat Politècnica de València; Paco Caparrós, fotógrafo e investigador de la imagen, y director del ECA, y Salva Torres, periodista cultural y director de MAKMA.
Las 1.000 propuestas recibidas a concurso proceden principalmente de València, Madrid y Barcelona, además de otros puntos de la geografía nacional, aunque sorprende igualmente la participación internacional, tanto de Europa (Alemania, Italia y Bélgica) como de Estados Unidos y países latinoamericanos, desde México a Brasil, pasando por Colombia, Argentina y Ecuador.
La exposición en torno a esas ‘Naturalezas contradictorias’ del lema del concurso contará, a su vez, con un catálogo que será distribuido tanto en formato impreso como en PDF. Cabe destacar, igualmente, la itinerancia de la muestra -una vez finalice su estancia en el ECA en el mes de enero de 2023- por tres centros dependientes del ISEACV en las tres provincias de la Comunitat Valenciana.
El millar de propuestas presentadas a concurso gira en torno a lo bello y lo siniestro, el orden y el caos, los paisajes claros y luminosos junto a los más difusos y sombríos, lo mayestático y lo minúsculo, la grandeza de la tierra y sus miserias. Todas ellas proponiendo, mediante su plasticidad estética y la disposición de los elementos contenidos en el encuadre, una reflexión acerca de las contradicciones que habitan en esa naturaleza exterior, sin duda equiparables a las de nuestra naturaleza interior.
Como se apunta en el texto que ha dado pie a la convocatoria del Premio Internacional de Fotografía E CA de Riba-roja de Túria -y que tan excelente acogida ha tenido-, la naturaleza, desde que el ser humano puebla la tierra, ha sido objeto de conquista, ya sea para protegernos de sus inclemencias, ya sea para ponerla a nuestro servicio, protegiéndola después contra la fuerza de los elementos.
Esa conquista, desde el punto de vista instrumental, vino después acompañada de otra necesidad, menos utilitaria, relacionada con la belleza: esa naturaleza conquistada debía de ser, a su vez, atractiva, para que su ocupación fuera grata y objeto de admiración contemplativa.
Sin embargo, fruto de la igualmente codiciosa humanidad, la naturaleza también se nos presenta como tierra esquilmada por intereses espurios, aflorando esa otra cara siniestra de lo humano ligada a la no menos abrupta naturaleza desbocada.