Foto: Fundación Federico García Lorca.

En sus recorridos por España, La Barraca, el grupo de teatro de Federico García Lorca, entonaba una pequeña canción que había adoptado a modo de himno. La letra se la había tomado Federico prestada a un poeta local que quiso dedicarle unos versos a la compañía al término de una de sus representaciones. Después de conocerse aquella noche, los dos, Lorca y aquel poeta hasta ahora anónimo, iban a encontrar destinos paralelos. El Abrazo, un corto documental sonoro, cuenta esa historia.

El décimo primer itinerario de La Barraca había arrancado en València el 28 de junio de 1933 con la representación de Fuenteovejuna, en el Teatre Principal, a beneficio de las Colonias Escolares. Unos días después, el 2 de julio, el grupo hace parada en Almansa (Albacete). Allí, tras la función, en una velada celebrada en el Gran Hotel, nació el ‘himno’ de La Barraca. Los integrantes de la compañía, como Luis Sáenz de la Calzada o Modesto Higueras, entonces jóvenes universitarios, recordarían después en sus memorias aquel entrañable episodio. Incluso algunos de ellos, como María del Carmen García Lasgoity o Jacinto Higueras, todavía tarareaban la melodía del ‘himno’ setenta años después. Sin embargo, el gran olvidado de la historia era el autor de aquellos versos.

En 2022, durante un trabajo de investigación sobre aquella etapa de la historia, el joven historiador Iván Díaz localizó un poema publicado en 1932 en el periódico infantil Corazón. Sus últimas líneas decían:

La farándula pasa, bulliciosa y triunfante;
Es la misma de antaño, la de Lope burlón,
trasplantada a este siglo de locura tonante…
¡Es el carro de Tespis con motor de explosión!

Era la rima que venía en los libros, la que rememoraban los antiguos ‘barracos’ en todas las entrevistas sobre la mítica compañía. Pero esta vez sí aparecía un nombre identificando su autoría: Melchor García Lopera, un maestro destinado a Almansa en aquellos años. Ese era el hombre al que Federico abrazó aquella noche después de la función. Con ese revelador dato como punto de partida, El Abrazo señala los sorprendentes paralelismos biográficos entre Melchor y Federico y propone una reflexión sobre el entendimiento y la palabra frente al sinsentido del odio y de la intolerancia.

El documental, con guión y dirección de Joaquín Sánchez, presenta el valor añadido de contar en la narración con la voz de la nieta del protagonista, la también docente y escritora almanseña Avelina García Colmenero.

El Abrazo se podrá escuchar este martes 17 de octubre, en La Fábrica de Hielo (20.30h, entrada libre), en una presentación en la que también tendremos la oportunidad de conocer los entresijos de esta apasionante historia.