El Palau de les Arts arranca la temporada con el estreno en España de la versión teatralizada del Réquiem, de Mozart, realizada por Romeo Castellucci, bajo la dirección musical de James Gaffigan. Gaffigan, en su primera intervención en la Sala Principal como director musical, se pone al frente del Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana. Elena Tsallagova, Sara Mingardo, Sebastian Kohlhepp y Nahuel Di Pierro conforman la nómina de solistas.
Para Jesús Iglesias Noriega, director artístico de Les Arts, se trata de “una de las apuestas más relevantes en esta nueva etapa del teatro como impulsor de nuevas estéticas y propuestas de referencia en el circuito operístico. Romeo Castellucci, uno de los protagonistas del espacio teatral vanguardista en Europa, estrena en España su aplaudida versión de la inacabada misa de difuntos de Mozart. Escenificada como un canto a la vida de extraordinaria belleza plástica y arrolladora fuerza teatral, la propuesta del dramaturgo y artista plástico está considerada como uno de los espectáculos imprescindibles de los últimos años”.
‘Réquiem’ es una coproducción de Les Arts con Festival d’Aix-en-Provence, Adelaide Festival, Theatre Basel, Wiener Festwochen y La Monnaie / De Munt. James Gaffigan destaca «el gran trabajo de Castellucci con su puesta en escena, que jamás distrae al espectador ni perturba la música de Mozart, sino que, todo lo contrario, realza su excelencia». Asimismo, el músico neoyorquino ha elogiado el gran trabajo del Cor de la Generalitat tanto a nivel musical como escénico para llevar a cabo las exigencias de la producción.
Asumiendo completamente el carácter fragmentado del Réquiem, Castellucci da vida a un espectáculo construido a partir de una serie de imágenes mudas capaces de expresar la necesidad imperiosa de despedirse de la vida. El artista italiano captura el desvanecimiento de la vida como el origen de todas las posibles bellezas humanas. Este Réquiem se opone a lo que cabría esperar de una misa de difuntos; no es un espacio de lamentación, quiere celebrar la vida en la fragilidad que le pertenece.
Una proyección constante de nombres de animales, plantas, pueblos, idiomas, ciudades, sentimientos extinguidos se pueden leer en paralelo a lo que sucede sobre el escenario. Las frases adoptan la forma de un adiós a los elementos en conexión con las vidas de cada uno de los espectadores, gracias a un acercamiento a nuestra época y al abandono de las cosas próximas al espectador. Como explica el propio Castellucci, “el Réquiem aborda la cuestión fundamental del tiempo, de la esperanza de renacer; explora el origen y el fin, pero también el fin como origen”.
Les Arts ha programado seis funciones del Réquiem, de Mozart los días 30 de septiembre y 2, 3, 6, 8 y 10 de octubre