Foto: Artur Gavaldà.

La Sala L’Horta estrena en València, este domingo 22 de enero, Mímesis, una pieza de danza para bebés, de inspiración oriental que nos acerca a la naturaleza a través del videomapping.

Una coproducción española-alemana desarrollada por la compañía asturiana Zig Zag Danza e interpretada sobre el escenario por Estrella García y Miguel Quirogal. Se ofrecerán dos funciones de esta producción, una a las 11h y la segunda a las 12:30.

Mímesis es una propuesta concebida para niños y niñas de 0 a 3 años que se construye en torno a la imitación como vía de relación con el mundo que nos rodea. Se basa en la idea de que aprendemos porque repetimos aquello que vemos. Formamos parte de una comunidad y de un entorno natural que nos sirve de referencia para la construcción de lo que llegaremos a ser.

La pieza viene acompañada de un planteamiento escénico relajante y muy poético, así como de una banda sonora original con clarinete y violín cuyos intérpretes actúan ante los espectadores a través de proyecciones. La visión de 360 grados que otorga el escenario circular y la utilización del videomapping con imágenes sobredimensionadas de naturaleza contribuyen a crear una experiencia totalmente inmersiva.

“La iluminación, las proyecciones, la coreografía y la música en Mímesis son el resultado de un proceso de investigación de tres años”, apunta Estrella García. La composición de la banda sonora corrió a cargo de Miguel Pérez Iñesta y Emmanuelle Bernard, dos músicos establecidos en Berlín. “Son sonidos limpios y muy inspirados en la música oriental, que busca la desaceleración. De igual modo, los movimientos escénicos de la pieza están influenciados por el teatro y la danza tradicional indonesia.

Aunque trabajar en un escenario circular y permanentemente cambiante es más exigente que hacerlo en un cubo de tres caras, como es habitual, la coreógrafa, directora de escena y bailarina asturiana considera que es un formato idóneo para trabajar con bebés. “No se dan las jerarquías habituales en el teatro -oscuro para el patio de butacas e luz para el escenario-. Aquí todos, tanto los intérpretes como las familias del público que se suben al escenario, se devuelven las miradas”.

“Uno de nuestros objetivos es que el público llegue a un lugar agradable -añade Estrella García-. Los niños tienen un espacio de movilidad; pueden cambiarse de sitio o incluso acostarse sobre los cojines que tenemos como elementos de consolación. Los bebés son un público muy interesante, porque es virgen y muy auténtico. Su feedback es inmediato”.