Tras la piedra filosofal: del mito a la utopía es la exposición, comisariada por el catedrático Ignacio Nebot Gil y el profesor Rosendo Pou Amérigo, para celebrar el 125º aniversario de los estudios de química en la Universitat de València. Se trata de un proyecto organizado y producido por la Universitat de València, a través del Vicerectorat de Cultura i Esport, la Facultat de Química y la Biblioteca Històrica. La muestra podrá visitarse hasta el 31 de enero en la Sala Duc de Calàbria del Centre Cultural La Nau de la Universitat de València.
Entre las obras seleccionadas pertenecientes a los fondos de la Biblioteca Històrica, se encuentran ejemplares de los siglos XV al XIX que han sido clave en la evolución de la alquimia, y de la química y sus aplicaciones. Especialmente importantes son libros como I Secreti della Signora Isabella Cortese (Venecia, 1588), escrito por la autora que le da título, Isabelle Cortese, en un contexto histórico y social en el que las mujeres gozaban de cierta libertad en Italia. Una obra cuya importancia reside tanto en su recetario, principalmente de cosmetología, como en su estilo, directo y simple, y su edición, íntegramente escrito en italiano y no en latín, como era usual en la época.
También destaca De re metallica (Sobre los metales), un libro publicado en 1556 por Georg Bauer, más conocido por su nombre latinizado de Georgius Agricola, en Basilea y que aborda en detalle el estado del arte de la minería, el refinado y la fundición de metales de la época. El libro fue el texto de autoridad sobre la minería durante los siguientes 180 años tras su publicación. Un importante texto sobre la química del período, y una obra significativa para su historia. Asimismo, también destaca la Encyclopédie, de Diderot y d’Alembert, publicada entre los años 1751 y 1772 en Francia, y cuyo propósito fue difundir y hacer accesible los principales conocimientos de la época.
Las obras, enmarcadas dentro de esta exposición, se organizan en cinco secciones. En la primera se ofrece una introducción cronológica de las teorías filosóficas de personalidades tan importantes como Aristóteles, así como las primeras conceptualizaciones científicas. La alquimia es la protagonista de la segunda parte. Aquí se hace un repaso por la historia de este tipo de química primitiva con alusiones a la tradición hermética y a la búsqueda de la piedra filosofal. Además, también se mostrarán obras de alquimistas famosos, como Alberto Magno o Roger Bacon, y un pequeño guiño a lo que posteriormente sería el método científico, gracias al trabajo de Francis Bacon.
En la tercera y cuarta parte se explica el nacimiento de la química moderna, que comienza a gestarse en el siglo XVII, pero que tiene lugar durante el siglo XVIII. Esta sección permite descubrir las obras de algunos de los considerados padres de la Química, como Robert Boyle, Antoine Laurent Lavoisier, Louis-Bernard Guyton de Morveau, Claude Louis Berthollet, Antoine François de Fourcroy, Humphry Davy o Jöns Jakob Berzelius. Además, permitirá al público adentrarse en la química del siglo XIX, y conocer cómo el avance de esta ciencia contribuyó al desarrollo de industrias tan importantes para la economía valenciana como las tinturas, íntimamente ligadas a la industria de la seda, la cerámica, la pirotecnia o la metalurgia. En este apartado, y relacionado con las tinturas, se muestra un manuscrito copiado en Valencia a finales del siglo XV que es básicamente una guía práctica utilizada por el tintorero Joanot Valero. En el siglo XVIII, la obra estuvo en manos del erudito Joan Antoni Mayans, canónigo de la catedral y rector de la Universitat de València.
La última parte de la exposición muestra la relación entre la química y literatura, una simbiosis surgida con los primeros poetas romanos, que reaparece después en los sonetos de Quevedo en los que criticaba a los alquimistas por encontrarlos unos “charlatanes” y que ha llegado a nuestros días con personajes como los que protagonizan la saga de Harry Potter. En esta sección se encuentran ejemplares de Johann Wolfgang von Goethe, cuyo excelente conocimiento de la alquimia y de la química de su tiempo se refleja en varias de sus obras, o de Julio Verne con su famosa novela La isla misteriosa, en la que se puede apreciar la admiración del autor por la ciencia. En palabras de los comisarios de la muestra, “la idea de esta exposición es mostrar a la sociedad su desarrollo histórico, pero también poner de manifiesto cómo el conocimiento de los fenómenos químicos contribuyó a un sinfín de aplicaciones prácticas cuyos beneficios para las personas fueron gigantescos”.