Foto: Miguel Ángel Puerta

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Tienen de tiempo hasta el 26 de julio para ver la exposición Pensar con las manos de Pep Carrió e Isidro Ferrer en la Sala Josep Renau de la Facultad de Bellas Artes de Valencia. Una muestra que despierta y dispara todos los sentidos. Un canto a la creación y la imaginación. Un paraíso del ingenio colgado de las paredes. Si no la han visto, vayan corriendo. Si ya la visitaron, ¿qué esperan para volver? Si tienen dudas, sigan leyendo nuestra 5 razones para no perderse una de las exposiciones del año.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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1.- Pep Carrió.
Nadie se conoce mejor que uno mismo, así que copio el texto que aparece en la web del Estudio Pep Carrió: Pep Carrió, que es diseñador gráfico, no es solo eso: Pep Carrió dibuja infinitos diarios; ilustra libros propios y ajenos; edita libros que no estaban ahí; construye memoria encerrada en objetos soñados; comparte su conocimiento y sus interrogantes en cursos, talleres, blogs. Y todo eso está perfectamente visible en la exposición. Mundos interiores que necesitan salir al exterior para ser disfrutados y admirados. Fan total.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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2.- Isidro Ferrer.
Repito la operación de la razón 1, pero ahora con la página de Isidro Ferrer: Ilustrador y diseñador por devoración, actúa con la realidad de manera parecida a la máquina de hacer versos que imaginó el machadiano Juan de Mairena: por un lado entra el mundo, por otro sale la poesía. Se puede pensar que allí dentro se alberga uno de los grandes estómagos del planeta. Resumiendo: es Dios. Su capacidad para dotar de vida a objetos inanimados, hacer soñar con mundos y seres imposibles e increíbles, jugar, divertirse y divertir, romper cualquier límite imaginativo, conferir un protagonismo adorable a los animales o hacer poesía visual y sensorial es inagotable y sorprendente. Y la foto de presentación de su web es su mejor definición.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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3.- La exposición.
Cualquier cosa que escriba no hará justicia al gozo que supone pasear por las paredes de la Josep Renau y dejarse llevar por la cantidad de acicates que proporcionan las obras. Dan ganas de llevárselas todas a casa. Si creen que su capacidad de asombro ya está saturada, vayan y dejénse fascinar.

Foto: Migue Ángel Puerta

Foto: Migue Ángel Puerta

4.- Su carácter interactivo.
Pensar con las manos es una exposición interactiva con realidad aumentada, animación 3D, 2D, vídeo y otras posibilidades multimedia. Para acceder a ello basta con descargarse (de App Store) la aplicación gratuita Los cuadernos. Pero si no quieren, no pueden o no les apetece, no hay problema. En la misma exposición tienen disponibles unos ipads (lleven el DNI para acceder al préstamo) para poder deleitarse con esos contenidos extras en los que las obras se transforman. Cuidado cuando aplaudan no se les caiga la tableta al suelo.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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5.- Sala Josep Renau.
Ya sólo por el nombre merecería todos los honores el lugar donde se celebra la exposición. Pero además se trata de un lugar amplio, bien dispuesto, ordenado, cómodo, por el que deambular sin molestar, sin iluminación estridente. Un lujo más que sumar a la muestra.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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