María Manero tiene muchas historias que contar y muchas maneras de hacerlo. La animación es solo el canal por el que ahora las comparte, porque su ímpetu creativo no entiende de límites ni de parar de avanzar porque sabe que hay tantos caminos como ideas se puedan tener.
¿Cuándo se despierta tu interés por la animación?
Creo que vi animación desde antes de tener uso de razón, y nunca me ha dejado de interesar. Pero el paso de verlo como consumidora a verlo como posible práctica artística posiblemente empezó en la Universidad, cuando entendí que el audiovisual pasaba a otra dimensión con la animación.
Estudiaste Bellas Artes en el País Vasco, te licenciaste con una beca Erasmus en los Países Bajos, estudiaste animación stop-motion en Inglaterra y cursaste el Máster de Animación de la Universitat Politècnica de València. ¿Qué importancia ha tenido (y tiene) la formación en tu carrera?
Estaría bien contestar a esta pregunta con un “nada, no me ha servido para nada”, es broma, por supuesto. De hecho, todo lo que hago hoy es consecuencia de todas y cada una de las experiencias vividas por el camino. La formación me ha servido a crecer intelectualmente y profesionalmente, he tenido mucho tiempo para probar muchas técnicas e ideas. Además, todos estos cambios de lugar te dan la oportunidad de conocer a gente maravillosa y a aprender de ellos.
Una reflexión que yo suelo contar sobre la formación es que, en mi caso, ha servido también como forma de autoproducción, ya que parte de mi formación ha sido gracias a las Becas de Ampliación de Estudios Artísticos de Gobierno de Navarra y a la Beca de Fundación Caja de Ahorros de Navarra que obtuve para el último año Máster, en València. Con esto quiero decir que una forma de producir obra propia puede ser dentro del ámbito académico. Yo realicé Patchwork dentro del Máster de Animación de la Universitat Politècnica de València, junto a mis compañeras de Máster. Era un proyecto que tenía en la cabeza desde hace tiempo así que hice todo lo posible para que se llevara a cabo y qué mejor escenario que un Máster de Animación que pone a tu disposición todas las comodidades materiales y a todo un equipo humano de profesionales asesorándote a cada paso, además enmarcado dentro de una Facultad de Bellas Artes. Para ello me aseguré de que mi situación económica estuviera resuelta y lo hice a través de estas Becas que ya he mencionado y así poder dedicar mi tiempo completo al proyecto.
Háblanos de tu proyecto Patchwork. ¿Qué es? ¿Cómo surge? ¿Qué cuenta? ¿Cómo lo llevaste a cabo?
Patchwork es la unión de experiencias, intereses e ideas desarrolladas a lo largo de mucho tiempo. Es una idea bastante universal, contada desde un escenario muy particular, la historia de mi madre y su fortaleza a la hora de asumir un trasplante, la historia origen de una persona como materia perteneciente a un lugar y sus raíces. Es el homenaje a la humanidad del donante, la celebración de la vida y la cercanía de la muerte, destino común que iguala a todos los seres del planeta. Es la concienciación sobre la reutilización de materiales, un símil entre la reutilización de órganos y la reutilización de telas rotas (patchwork) para crear una prenda nueva que extiende su vida útil a partir de la unión de parches, es por ello un intento de reflexión sobre la sociedad de consumo que vivimos.
La idea surge a raíz del segundo trasplante de mi madre, en una situación concreta que hacíamos cada día, quitar gasa, limpiar cicatriz y volver a poner gasa. Mientras yo hacía esta operación ella explicaba su próximo proyecto de patchwork, y lo único que yo podía pensar en esos momentos era en el auténtico proyecto de remiendos que tenía en su tripa, ella misma era un auténtico patchwork. Así que siempre he tenido la sensación de que esa historia ya estaba creada, vino a mí y yo la ordené.
Cuenta la historia de una mujer de unos 60 años, ama de casa, madre, psicóloga, economista, en definitiva, una súper mujer, como otras tantas que conocemos. Vive en un pueblo de la Ribera de Navarra, tierra de costumbres que marcan la personalidad de su protagonista, aficionada al bordado, que usa como medio de expresión. Un día cualquiera sufre un dolor que le acaba llevando a este trasplante, a partir de entonces empieza otra técnica nueva en su vida, también ligada a la costura, el patchwork. Toda la historia será contada a través de un narrador muy especial y estará lleno de simbolismo y metáforas muy arraigadas a la tierra, todo ello bañado con música muy autóctona también.
Hay que pensar que hemos realizado 8 minutos de animación en casi 2 años de trabajo de plena dedicación de 3 personas fijas y otras tantas que ayudaban de forma intermitente. El proceso de construcción de este cortometraje ha sido largo y complejo ya que el planteamiento era bastante ambicioso desde el principio, y todo ello se debe al cambio de técnicas pensada para cada parte del cortometraje. Cada técnica de animación expresa algo concreto y quisimos dotarlas de lenguaje propio. La unión de todas estas técnicas conforma un patchwork en sí, y hay que estar muy atento para darse cuenta de todas ellas, ya que creemos que hemos llegado a lograr una buena integración. Contamos con técnicas como la animación 2D digital sobre película súper8, la animación 2D digital (tradicional), animación cutout (animación con recortables), stop-motion y el bordado animado. Para esta última técnica tuvimos que recibir clases durante unos meses, porque ninguna de las 3 personas que formábamos el equipo sabíamos bordar.
El proceso de elaboración del guón llevo su tiempo, tuve que hacer una recopilación de material documental del pueblo, películas, fotos, testimonios que me dieron la clave para enmarcar la historia. Para la parte artística he contado con mis compañeras de Máster, Gala Fiz y Laura Ávila, las dos muy buenas con el desarrollo visual, que a través de imágenes de referencia, de casi todo, han recreado el mundo de Loly, y han dado con el diseño del personaje principal, que me encanta. La verdad es que ha sido un lujo total contar con gente tan buena para desempeñar este papel tan importante.
Como en cualquier película de animación el proceso es siempre el mismo, tiene que haber una labor de producción que organice todo el trabajo, que en este caso fui yo. Tras el guión va el storyboard, que hice con otra compañera del Maáster, Paola Tejera. Más tarde viene el layout, donde se especifica todo lo que sale en cada plano, objetos, personajes, etc. A partir de entonces se crean los fondos, los objetos y se marcan mejor los ángulos de cámara. Con toda esta esta información ya pasamos a animar, y en nuestro caso cada una se dedicaba a una técnica diferente, principalmente Laura y Gala a la Animación 2D, yo al cutout, stopmotion, motion-grapics. Y varias personas del Máster de Animación de otras ediciones nos han ayudado a animar y a hacer diferentes puestos de trabajo.
A partir de aquí, queda hacer el cleanup, que es limpiar la animación a línea, darle color y mandarlo a composición. Tras la composición viene la postproducción, el montaje final, la música y el sonido. Parece muy fácil cuando lo enumero aquí pero cada paso que nombro conlleva meses de trabajo, lo bueno es que hemos tenido grandes ayudas en todo esto. Destacaría a Raúl Jménez, siempre ayudando en la parte técnica, Mario Jiménez que me ayudó con la post-producción, Carlos Mansa ha mezclado casi todo el sonido, y Nani García hizo los arreglos de la música y compuso la música original del corto. Me dejo otras muchas más personas que hicieron otro tipo de trabajos pero no acabaría nunca la entrevista si tengo que nombrarlos a todos.
¿Qué secuencia sigue tu proceso creativo?
Intento dar con un método propio a la hora del proceso creativo, pero creo que no lo tengo, de repente se me ocurre algo y lo tengo que hacer, soy cabezota, este es mi proceso creativo (risas). Aunque es cierto que muchas veces lo que mejor me viene es contárselo a alguien, si la persona que escucha me hace las preguntas adecuadas me ayudará a definir el proyecto con más profundidad y a ordenar las ideas. Lo de la inspiración se encuentra trabajando, para mí sirve, pero a veces coger distancia también.
¿Qué parte de ese proceso creativo disfrutas más y cuál menos?
Mi parte favorita es en el inicio, cuando se me ocurre algo que quiero probar y casi no puedo pensar otra cosa que en aquello que se me ha ocurrido. Disfruto, también, del proceso de prueba y más tarde del resultado. Me encanta escribir y plantear el proyecto en imágenes (storyboard) y también disfruto mucho del montaje.
La parte menos interesante para mí es todo lo que tenga que ver con aspectos más técnicos, y de organización, fechas, archivos, tablas de Excel, administración, en definitiva, la parte menos creativa pero no menos importante de una producción. En este proyecto he aprendido cosas que jamás hubiera pensado que podía hacer y no se me ha dado tan mal, resulta que soy bastante organizada.
¿Tienes alguna manía o ritual a la hora de ponerte a trabajar?
Sí, que todo alrededor esté ordenado, y tener café y tabaco cerca.
¿Reconoces influencias en tu trabajo que no son expresamente del mundo de la animación (música, cine, libros, series, arquitectura,…)?
Sí, claro, todo. Esta pregunta es muy difícil si preguntas por influencias concretas, pero por supuesto, el teatro y concretamente la comedia, he crecido con ello y es parte de mí, al igual que la música y el cine por supuesto.
He estudiado Bellas Artes en Bilbao, y luego he vivido en Holanda e Inglaterra, todos lugares suúper soleados, así que te puedes imaginar toda esa influencia, underground, punk, a veces decadente, de la que hablaba con una amiga el otro día. La fotografía, la escenografía, el videoclip, el documental, la ilustración y el fanzine. También está la otra influencia, la relamida, la casposa, y la cultura basura que también influye. Y así podríamos seguir hasta el día de hoy que por fin ahora, y sin sarcasmo, sí que vivo en una ciudad soleada, Vaència, que también tiene lo suyo, de hecho tiene muchísimo en qué fijarse, cada paso es un descubrimiento en esta ciudad completísima de artistas tanto en las calles como en la historia, y también tiene su cultura underground.
¿Y del mundo de la animación?
En esta pregunta sí que puedo mojarme y es que tengo muchos artistas que no sé si han ejercido alguna influencia sobre mí, pero ojalá. De lo particular a lo más general: José Antonio Sistiaga, que igual no lo enmarcaría dentro de la disciplina animación, pero fue uno de los artistas que me marcó cuando pude ver su pintura sobre celuloide en Impresiones en la alta atmósfera. Por cercanía y admiración, Begoña Vicario, Isabel Herguera, Maria Lorenzo y Sara Álvarez. De forma más genérica y desordenada en el tiempo: Oskar Fischinger, Walter Ruttmann, Lotte Reiniger, Norman Mclaren, Jan Svankmajer, Jiri Trnka, Michel Ocelot, Gil Alkabetz, Michel Gondry, Bill Plympton, Miyazaki, Takahata, Michaela Pavlátová, Caroline Leaf, Joanna Quinn, Jiri Barta, Sébastien Laudenbach, Anca Damian, Monty Python (especialmente animaciones de Terry Gilliam) y cada vez más y más animadores japoneses. Y otras tantas cosas que jamás diré en alto, la lista es interminable.
¿Qué redes sociales utilizas? ¿Qué importancia crees que tienen desde el punto de vista profesional?
Uso Facebook, pero no mucho, tengo Twitter y acabo de hacerme Instagram por presión social, pero no he publicado nada todavía. Pinterest es una herramienta súper interesante, me gusta mucho como tablero de trabajo.
Las redes sociales son importantes, o eso es lo que la gente dice, intento estar al día, pero fracaso constantemente. Cuando veo que paso más tiempo de lo normal en redes sociales me doy cuenta de que algo va mal. No sigo a ningún youtuber, pero sí que uso muchísimo los tutoriales de Youtube sobre todo los que tienen que ver con animación y programas, también cosas muy tontas.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
En estos momentos estoy trabajando en un par de proyectos por encargo que me motivan mucho. En cuanto a producción propia estoy empezando a escribir una idea nueva, pero todavía está en una fase muy primitiva como para poder contar cualquier cosa sobre ella, ni siquiera sé qué forma de representación tendrá, no tenemos porqué usar siempre el cortometraje de animación como soporte, lo bueno de esto que podemos variar a otros formatos, la animación se adapta a muchos medios y disciplinas.