Raquel Vidal y Pedro Paz, CANOA. Autorretrato.

1- Canoa es una palabra sencilla, sin ornamentos, que nos traslada a otra época, a un espacio y tiempo donde todo sucedía de otra forma. En este tiempo nacen estos objetos (las canoas), embarcaciones que se construyen de una sola pieza, de carácter tosco, cuya proa y popa tienen exactamente la misma forma, característica que nos permiten enterderlas como una embarcaciones que, en cierto modo, van a la deriva, sin una dirección claramente señalada. Y ahí es donde situamos nuestro proyecto, en la sensación de viaje sin un destino fijo, un proyecto abierto y un lugar donde se pueden producir cambios de dirección inesperados, un espacio que permite la experimentación y la falta de control tan denostada en estos tiempos y tan necesaria para la aparición de nuevas rutas.

No obstante es cierto que en la actualidad son dos las premisas que marcan los vientos que nos mueven, por un lado “la marca” Canoa, a través de la cual pensamos, diseñamos, producimos y comercializamos objetos de barro y metal y por otro “el laboratorio” Canoa-lab, un lugar diseñado para la experiencia y la reflexión en torno a los modos de hacer pausados. Creemos que el ser humano tiene una incontenible necesidad de hacer, de tocar materiales, experimentar con las formas y descubrir soluciones a problemas, pensamos que la plástica y la artesanía suponen un territorio idóneo para hacerlo.

2- Somos Raquel Vidal y Pedro Paz, una almeriense y un gallego que recorren una de las diagonales más largas de nuestro mapa (de cabo a cabo) para empezar a trabajar juntos en 2008. Ambos estudiamos Bellas Artes y nos especializamos en producción artística. Siempre hemos trabajado en el ámbito de la plástica, desarrollando sobre todo instalación y audiovisual, hablando del espacio y de su irrefutable relación con el tiempo. Desde el principio generamos un buen tándem, Raquel había trabajado más la parte espacial a través de la escultura y la instalación y Pedro la temporal mediante el audiovisual. El hacer convivir los dos lenguajes nos abría un espacio infinito para desarrollar nuestro imaginario, muy ligado al mundo de las formas primigenias que a su vez se relaciona directamente con la organicidad de las construcciones más naturales. Entre tanto y tanto habíamos trabajado en diseño, dirección de arte, gráfica y audiovisual. Nuestro trabajo previo en plástica y en diseño nos ayuda a desarrollar todo lo que tiene que ver tanto con la conceptualización del proyecto como con la dirección artística del mismo, el diseño y desarrollo de las propias piezas. Ahora en CANOA, pese a trabajar con el metal y el barro y generar con ellos piezas de cerámica y joyería, existe un interés enorme por todas las formas de expresión que habíamos empleado anteriormente y que aún forman y formarán parte de lo que estamos construyendo.

3- En septiembre arrancaremos (en el laboratorio) de nuevo con la dinamización del espacio, durante nueve meses abrimos nuestras puertas a sesiones semanales con ambos materiales (metal y barro), una sucesión de experiencias que nos permiten acercar la cerámica y la joyería a cualquier persona que quiera tener un contacto puntual o duradero con ambas disciplinas. También habrá lugar para nuevos workshops, que están más enfocados a experiencias intensivas de fin de semana en búsqueda de construir una red de intercambio de conocimientos con profesionales invitados, como lo hicimos con Trinidad Contreras o Maite Larena, que nos ayude a seguir generando y ampliando vías de investigación y experimentación en los campos de la joyería y la cerámica.

En cuanto a nuestra producción, ya estamos desarrollando una nueva serie de piezas que lanzaremos probablemente en febrero de 2019. Seguiremos trabajando en propuestas colaborativas que involucren a personas afines al proyecto (como lo hemos hecho con diseñadoras y fotógrafas de esta ciudad) esto nos ayuda tanto a establecer complicidades con otros profesionales cercanos (hacer red) como a atribuir nuevas sensibilidades al proyecto.

No obstante pese a ser estas las premisas que nos marcamos para nuevos viajes es cierto que CANOA como proyecto abierto y como lugar donde se pueden producir cambios de dirección inesperados va a seguir acogiendo un cierto grado de incertidumbre futura como elemento cargado de vitalidad y que nos obliga a mantenernos despiertos a cada coordenada y cada latitud que recorremos.

Foto: CANOA.

Foto: CANOA.

Foto: CANOA.

Foto: CANOA.

Foto: CANOA.

Foto: Luisa Gutiérrez.