Oscar D’Aniello es el 50% de Delafe y las Flores Azules. Mientras preparaban su cuarto disco, falleció su padre. Su desaparición estuvo presente en cada tema del nuevo álbum «De mi sin ti / De ti sin mi». Además, el cantante sintió la necesidad de rendirle un último homenaje a través de una pasión que compartían: el ciclismo.
Oscar pedaleó, en 12 días, los 1.369 kilómetros que separan Barcelona de Desio, pueblo natal de su progenitor, para esparcir sus cenizas en el lago de Como. Esta aventura dio pie al documental «Ciao Pirla!» (dvd que se distribuyó con su último doble cd). En Verlanga le hemos pedido que seleccione sus cinco ciclistas favoritos de todos los tiempos.
GINO BARTALI
Durante el fascismo en Italia era el ciclista de la Iglesia, de la dictadura. Pero tiene una historia detrás apasionante. Si fuera americano ya habrían hecho una película. Si no habéis visto el Informe Robinson sobre él, os lo recomiendo. Se os pondrán todos los pelos de punta. Como digo, Bartali era el ciclista que utilizaba el régimen de Mussolini para tener contento al pueblo. De hecho, en una ocasión el dictador le llamó para que consiguiera una victoria en el Tour que levantará la moral de los italianos. Bartali iba, en la general, a más de 20 minutos y dijo que podría ganar una etapa. Al día siguiente salió un día frío y lluvioso y el tío remontó esos minutos, se puso lider y acabó de amarillo en París.
Pero como digo, lo mejor es lo que se descubrió años después de que muriera. Bartali se llevó el secreto a la tumba. Pero el hijo de un judío encontró un diario que su padre había ido escribiendo aquellos años y en el que relataba que el ciclista había salvado la vida de 800 judíos italianos. Bartali hacía de correo para transportar los pasaportes falsos de aquellos hombres, que llevaba ocultos en su bici, sin levantar ninguna sospecha. Ni Mussolini ni nadie sospechó de él.
FAUSTO COPPI
Coppi y Bartali eran grandes rivales. Hay una fotografía en la que se les ve compartiendo un bidón de agua y nadie ha sabido esclarecer quién de los dos prestaba ayuda al otro. Coppi era todo lo contrario a lo que representaba Bartali. Era moderno, elegante, con sus gafas de sol, un tío con clase. Y un magnífico ciclista.
PERICO DELGADO
Mi pasión por el ciclismo empezó con él. Era un ciclista pasional al que le encantaban las quimeras. Si quería algo se lanzaba de cabeza. Al principio era poco cerebral, todo pasión como digo, pero luego ya aprendió un poco a controlarse. Tuvo mala suerte y mereció más.
MIGUEL INDURAIN
Un caballero. Muy elegante sobre la bicicleta. Gran rodador. Y sobre todo muy humilde y de pueblo. Dejaba ganar las etapas a sus compañeros de escapada. No como el arrogante de Armstrong que no tenía bastante con ponerse líder, sino que tenía la necesidad de ganar y humillar a los que iban con él.
FABIAN CANCELLARA
Mi ciclista favorito actual. Un superclase. Cuando se pone a rodar es todo un espectáculo. Es un gran contrarrelojista. Me cae muy bien. Me encanta hasta su nombre. Y su camiseta con la bandera suiza. Tiene un físico impresionante, perfecto, unas piernas, un culo,… nada que ver con el estereotipo delgado del ciclista. Y además es guapo. Representa la perfección ciclista cuando está rodando.