Cuando desde Verlanga nos planteamos quien nos podría dar unas cuentas razones para no perderse el Congreso Internacional de Tipografía, que se celebra del 20 al 22 de Junio en nuestra ciudad, no lo dudamos, escribimos a Kike Correcher. Diseñador gráfico y fundador de la agencia de comunicación Filmac, presidente de la ADCV entre 2005 y 2008, es además miembro del Comité Organizador de esta cita imprescindible para aficionados y profesionales de la tipografía de todo el mundo. Es la sexta edición, así que en lugar de las clásicas 5, ahí van sus seis buenas razones:
Como cada mes de junio en años pares, este fin de semana celebramos en Valencia un Congreso que se ha convertido ya en referencia internacional de una disciplina que, aunque desconocida para la mayoría, forma parte imprescindible de nuestras vidas. Surgido de una idea de Raquel Pelta y Paco Bascuñán, y siempre desde la Asociación de Diseñadores (ADCV), el congreso ha venido mostrando desde 2004 lo más interesante del panorama mundial, con un interés especial por el ámbito latinoamericano. Con sede en la EASD y en el MuVIM, durante 3 días se suceden las charlas, ponencias, talleres, mesas redondas y exposiciones en torno a un tema propuesto: en esta ocasión, la tipografía española en los últimos 10 años.
Aquí van esas 6 razones para que corráis a formalizar vuestra inscripción si todavía no lo habéis hecho.
1.- Porque sin las letras no somos nadie
Si crees que la tipografía no te toca, prueba a vivir sin ella. Esos tipos nos rodean, nos hablan, nos pertenecen. Son nuestro patrimonio, nuestra identidad, nuestra voz y nuestra memoria. Conocer la tipografía te hace mejor periodista, mejor poeta, mejor músico, mejor arquitecta, mejor concejal. Y mejor diseñador/a, claro. Después de asistir al Congreso verás el mundo de otra forma.
2.- Porque es una experiencia que querrás repetir
No dejes que la palabra «congreso» te intimide: esto es una reunión de gente con una pasión en común y muchas ganas de descubrir cosas nuevas. El viernes, muchas de esas personas son desconocidas, y el domingo no quieres despedirte de ellas. Encontrarás desde un mercadillo de objetos de diseño hasta una zona chill-out, sin descartar acciones espontáneas y otras sorpresas. El acceso a los conferenciantes es total; el equivalente a una fiesta privada con tus estrellas de rock favoritas. Y sólo sucede cada dos años.
3.- Porque cumplimos 10 añitos
Si normalmente el Congreso de Tipografía es una fiesta, este año será una celebración en toda regla. Es la excusa perfecta para hacer balance, reunir a lo mejor del sector y reconocer los logros conseguidos. Pero también para detectar nuevos valores y descubrir por dónde irán los tiros los próximos diez. Nos merecemos un homenaje y tú también.
4.- Porque los tipógrafos y tipógrafas merecen la pena
Frikis, sí, pero los profesionales de la tipografía son apasionantes en las distancias cortas. Tipos y tipas con un gran bagaje cultural, amplios conocimientos de historia, mucho mundo y un gran sentido del humor. Sólo así es posible que puedan recluirse horas y horas modificando sutilmente una curva de Bezier sin perder la razón. Pon un tipógrafo en tu vida.
5.- Porque la tipografía española nos da muchas alegrías
¿Te duele la marca España? Olvida el fútbol, la política o la alta cocina. En apenas 10 años, la escena tipográfica española ha pasado del amateurismo a la primera división mundial, cosechando premios internacionales. Se recuperan tesoros olvidados y se crean tendencias, se publican libros y proliferan los estudios especializados. Este año, el Congreso tratará precisamente de ofrecer un panorama de la floreciente tipografía española de la última década.
6.- Porque ya van 6
Cada congreso celebrado hasta hoy ha sido una demostración de que hacía falta una reunión así, y esta sexta edición es la sexta razón para no perdérselo. No hay muchos eventos relacionados con el diseño que puedan presumir de la continuidad y longevidad del Congreso de Tipografía: un programa con rigor científico pero accesible a todo tipo de público, organizado por el propio colectivo de diseñadores, con éxito de público y que está contribuyendo decisivamente a que la profesión tipográfica deje de ser algo oscuro y brille con todo su esplendor.