La semana que viene (del 18 al 20 de diciembre) tienen dos opciones: o ir a la cena de empresa y aguantar los chistes infames del jefe, el espectáculo erótico-alcohólico de esos compañeros que reprimen sus sentimientos el resto del año y rezar para que el rancio de siempre no proponga acabar la noche en Oliver’s; o acercarse al Ram Club del Espai Rambleta donde aterriza, desde la sala Apolo de Barcelona, «Taboo», el cabaret clásico del nuevo siglo. Para los que aún creen que el karaoke de la primera opción es un buen plan, allí van 5 razones para entregarse al burlesque con los brazos abiertos.
1.- El cabaret burlesque.
Para muchos, las palabras cabaret burlesque lleva asociado chistes picantes, mujeres sinuosas desnudándose poco a poco, pompones en los pezones y señores que babean mientras sus cerebros no dejan de imaginar fantasías. Teniendo en cuenta que para muchos otros, las películas de Tarantino son sólo violencia gratuita, nada que objetar. Pero el que se acerque sin prejuicios, podrá disfrutar de un espectáculo lleno de sátira (que no para sátiros), música, danza, variedades, magia, acrobacias, … todo con el directo objetivo de pasarlo bien. Un guiño a esa cultura retro del tatuaje y las pin-ups, donde lo que importa es más lo que se sugiere que lo que se enseña. ¿Se puede acusar de retógrado a un género artístico que fue el primero en acoger en escena a los travestis? Dejen sus recelos en el perchero de casa y disfruten del show, que no todos los días hay algo así en Valencia. Y si es con una copa en la mano, pues mejor.
2.- Madame Taboo.
Todo espectáculo necesita de un maestro de ceremonias. O una maestra. Y desde hace tres años, en «Taboo», esa función recae en Madame Taboo. O lo que es lo mismo Itziar Castro, una de esas actrices capaz de robar plano y acaparar la atención con sólo aparecer en escena («El gran Vázquez», «Rec 3», «Blancanieves» o el videoclip «Dona estrangera» de Manel así lo atestiguan). Itziar tiene el difícil papel de no convertir la picardía en mal gusto. Y como si la sucesora de Amparo Moreno (y no sólo por su robusta figura) se tratara, busca siempre la complicidad del público antes que la incomodidad del mismo, aunque sonrojarle o ponerle en algún aprieto forme parte del juego.
3.- Lucky Hell.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que vayan a youtube y tecleen el nombre de esta finlandesa, a mitad camino entre el alocado mundo de los faquires y la sensualidad de las vedettes. La señorita Hell es capaz de lanzar fuego por la boca, tragarse un sable, clavarse un clavo en la nariz o mil travesuras más, sin experimentar dolor, luciendo sonrisa y quitándose ropa.
4.- Violet Blaze.
La cabeza de cartel de «Taboo» fue coronada, en 2012, Miss Burlesque Idol (algo así, imaginamos, como un Operación Triunfo de las damas del cabaret). En sus espectáculos, esta amante del chocolate y las cupcakes, baila a ritmos sincopados, con el furor y el nervio de las grandes damas del soul. Como un tren de alta velocidad, Violet Blaze no da respiro alguno en sus coreografías. La conexión Brighton-Valencia promete subir la temperatura.
5.- Los Mambo Jambo.
¿Qué sería del cabaret sin la música? Mejor no imaginarlo. En «Taboo», las melodías calientes y explosivas corren a cargo de Los Mambo Jambo, combo liderado por el ex-Rebeldes, Dani Nel.lo. Rock&roll, rhythm&blues, surf y swing de los años 50 y 60 para una banda sonora soñada y hecha realidad. Que el ritmo no pare!