El lunes, Cu-Cu, de Bambalina Teatre Practicable, ganaba el Premio al Mejor Espectáculo para Niñas y Niños en los Premis de les Arts Escèniques Valencianes 2022. El domingo, la obra se podrá ver en la Sala L’Horta, a partir de las 12h.

Una semana redonda para una pieza que plantea «la importancia que tiene el fomento de la autoestima en la niñez». Sus protagonistas «tienen las orejas grandes, no saben pronunciar la erre o todavía mojan la cama, pero sus diferencias no son un motivo de angustia». Aceptarlas es el primer paso para que se «acaben convirtiendo, incluso, en una virtud o una cualidad que nos hace únicos».

Dirigida por Jaume Policarpo, está protagonizada por Pau Gregori, Jorge Valle y Águeda Llorca. Esta última, además, es la autora de la pieza y a quien le hemos pedido que nos diseccione Cu-Cu en tres actos: su preparación, su proceso creativo y su resultado.

Preparación

CuCu nace de un encargo que  me propone Jaume Policarpo, director de la compañía. Queríamos hablar sobre la importancia de aceptarse a uno mismo, y la necesidad de trabajar dicha aceptación desde la infancia. El cómo no estaba tan claro. Definiría el proceso de escritura como un camino hacia la abstracción, como una búsqueda de lo esencial para reducir al mínimo la palabra y dar paso a la imagen como principal elemento narrativo. Así, lo que comenzó siendo un texto convencional poco a poco fue transformándose en una partitura de acotaciones para los intérpretes y la puesta en escena.

Creación

Bajo la dirección de Jaume Policarpo, los actores (Pau Gregori, Jorge Valle y Águeda Llorca) fuimos parte activa del proceso creativo, proponiendo, ideando, y buscando juntos maneras de contar aquello plasmado en el papel. No fue fácil trabajar así, lo colectivo siempre es más lento, pero es emocionante cuando después de mucha prueba y error, aparece una idea fantástica que jamás habría surgido de una única cabeza pensante. Partíamos del “collage” como concepto no sólo estético, sino también narrativo, pues este nos permitía volar hacia el surrealismo, y contar desde un lugar más onírico y menos explícito. Desde el punto de vista estético nos valimos del fantástico trabajo de diseño de Jaume Marco y las manos mágicas e inventoras de Miguel Ángel Camacho, junto con los vestuarios diseñados por el gran Adame y las atmosféricas luces “pop” de Diego Rosselló. La música fue un elemento indispensable, Gonzalo Manglano trabajó con delicadeza y gran dedicación, a partir de nuestra idea de collage creando una banda sonora original a partir de retazos de músicas muy reconocibles y un espacio sonoro que narra tanto como las imágenes. Teníamos claro que el humor debía ser un elemento muy presente, nos gusta reírnos de nosotros mismos y el hecho de ser amigos y compartir un sentido del humor común, ayudó mucho a que este se filtrara sin dificultad incluso en las partes más dramáticas o emotivas del montaje.

La obra

La obra se estrenó en la Sala Russafa en septiembre del pasado año y la recepción fue muy buena. Es maravilloso ver cómo mayores y pequeños pueden reír o emocionarse por las mismas cosas. Como sucede a la mayoría de creadores, nuestra sensación es que habíamos llegado al estreno, pero que la obra no estaba acabada del todo. De hecho, ha ido creciendo y modificándose con el feedback que recibimos del público función tras función y continuará haciéndolo gracias al trabajo incansable de las que están detrás, en oficina, Ruth Atienza y Marisol Limiñana, que trabajan incansablemente por distribuir el espectáculo y hacer que CuCu esté recorriendo tantas salas y teatros. De hecho, este domingo a las 12h, podréis vernos en L’Horta Teatre, una sala que, si no conocéis aún, se convertirá en lugar de referencia para disfrutar del teatro con los pequeños.