‘Misericordia’, en el TEM el 25 y 26 de octubre, aborda el exilio familiar y la autoficción

La dramaturga y directora hispanouruguaya Denise Despeyroux ha consolidado su carrera con más de 20 obras que han sido representadas en importantes teatros de España y el mundo. Ha sido finalista varias veces de los Premios Max, y ha recibido amplio reconocimiento por obras como Carne viva, Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales y Un tercer lugar. Además de su labor teatral, ha trabajado como guionista de televisión e imparte cursos de formación actoral a nivel internacional​

Su nueva obra, Misericordia, llega a Valencia el 25 y 26 de octubre al Teatro El Musical (TEM) y con ella, Despeyroux, reflexiona sobre el exilio y la autoficción desde una perspectiva profundamente personal. La pieza, en la que también actúa junto a Natalia Hernández, Pablo Messiez y Cristóbal Suárez, presenta un enfoque original en el que la escritora se sube al escenario, aunque no como protagonista, sino como un personaje secundario que incomoda tanto a la trama como a sí misma. La obra explora la perplejidad del pasado desde la frustración del presente y los miedos del futuro, distorsionando los límites del género autobiográfico. La autora ha señalado que fue necesario incluir su propia experiencia de desilusión y exilio para poder escribir la obra de forma genuina.

En Misericordia, Despeyroux se enfrenta a la perplejidad del pasado desde la frustración del presente, mientras explora la incertidumbre del futuro. La obra narra la historia de Darío Duarte, un dramaturgo uruguayo de 45 años que, tras un consejo del también dramaturgo Sergio Blanco, debe escribir sobre un acontecimiento clave de su infancia: un viaje en 1983 cuando, con solo cuatro años, visitó a su padre encarcelado en Uruguay. Sin embargo, Darío no recuerda nada de aquel episodio, por lo que su mejor amigo le sugiere que hable con Denise Despeyroux, quien también vivió esa experiencia. A través de este planteamiento, la autora se posiciona dentro de la narrativa, pero en un papel secundario y retador, lo que le permite distorsionar las convenciones de la autoficción y abordar su propia desilusión profesional.

La obra, de carácter coral, cuenta con las interpretaciones de Natalia Hernández, Pablo Messiez, Cristóbal Suárez y Marta Velilla, y ofrece una puesta en escena donde los límites entre la autobiografía, la ficción y la reflexión sobre el arte teatral se entremezclan de forma única.

Además de las representaciones, los días 22, 23 y 24 de octubre, Despeyroux impartirá un taller intensivo de entrenamiento actoral titulado Dramatizar. Este espacio formativo invita a los actores y actrices a explorar su libertad creativa a través de improvisaciones sometidas a reglas específicas. En el taller, se busca que los participantes expandan su repertorio emocional y desarrollen una teatralidad en la que texto, escena y actuación se fusionen en un proceso continuo de creación e intercambio. Según Despeyroux, el objetivo es que los actores no sean meros intérpretes, sino verdaderos creadores de ideas y relatos.