Cuando aumenta la concienciación ecológica y se asienta la costumbre de adquirir productos de segunda mano; ahora que se normaliza el reciclaje de bienes de consumo y a nivel personal, para comenzar nuevas etapas vitales o laborales; en un momento en que la sostenibilidad se presenta como un valor cada vez más potente, vuelve a la cartelera teatral ‘Abocador’, una comedia con trasfondo ecológico que habla de las segundas oportunidades.

Del 9 al 11 de enero, Bramant Teatre celebra el estreno absoluto en el teatro Escalante de la Diputació de Valencia del nuevo montaje de esta propuesta para espectadores de 7 a 100 años. Un espectáculo que produjo La Pavana en 1998 y que fue el debut como actor profesional de Jerónimo Cornelles.

Cuando todavía estudiaba arte dramático, Cornelles quedó fascinado por el mundo de la escena en la interminable gira de esta obra. Siempre había tenido ganas de retomarla y lo comentó con sus socias, María Minaya y Teresa Crespo, después de la grata experiencia que ha supuesto el primer juvenil de la compañía valenciana, Princeses, cavallers i dracs. El dia que deixàrem de ser xiquets, Millor Espectacle Familiar als Premis de les Arts Escèniques GVA 2024.

“Para el reto de hacer una propuesta para niños y niñas por primera vez, hemos tomado como referente películas de Pixar, como Toy Story o Up, que tienen incentivos para todos los públicos. Hemos introducido capas de humor y lecturas para los pequeños, pero también para los adultos que los acompañan al teatro”, comenta el autor y director, quien ha hecho algunas aportaciones a la dramaturgia que firmaron Rafael Calatayud, Paco Zarzoso y José Manuel Rambla hace 28 años.

“Resulta sorprendente lo actual que es la trama porque hace casi tres décadas ya teníamos encima el problema del cambio climático y la contaminación. La verdad es que ha habido que hacer pocas actualizaciones en esta parte de la trama”, apunta Cornelles, quien ha contado con el asesoramiento de la ONG Bioagradables y con el apoyo de Greenpeace València. El nuevo texto también presenta ciertos cambios en los personajes y en las connotaciones de una historia que transcurre en un lugar tan poco evocador como las montañas de basura, pero que podría pasar en un patio de escuela, una oficina, una pandilla de amigos o cualquier otro entorno con elementos tóxicos que tratan de contaminar el ambiente.

Objetos viejos y consumidos, los protagonistas

Ana Burguet, Marta Santandreu, Tomás Verdú y Saoro Ferre son el nuevo elenco de una propuesta que incluye divertidos números musicales, con alusiones al pop contemporáneo, a clásicos del humor y de Disney, pero desde la parodia.

Lo más difícil del proceso creativo ha sido acertar el código para encarnar a los diversos objetos rechazados por los humanos que se transforman en protagonistas al llegar al vertedero, un lugar donde conseguir una segunda oportunidad en forma de reciclaje es la única forma de salvar la vida. Allí se encuentra Cristall, una botella de cava que lanzaron a la basura dentro de una bolsa con restos de una cena, en lugar de llevarla a un contenedor de vidrio. Con corazón de cabaretera, pero dudosas habilidades vocales, busca la manera de llegar a la planta de reciclaje para renacer reluciente y esperanzada. Lo mismo le ocurre a Gran Titular, un diario muy instruido, pero con noticias viejas, que ya ha sido árbol anteriormente y que ahora sueña con reciclarse en colorido papel de regalo.

Los dos conocen a Pal de Fregar, un superviviente a la chimenea incineradora, escondido desde hace tres años entre los desechos, donde también ha llegado Maduixeta Podrida, una tierna fruta que se va descomponiendo mientras imagina cómo hubiera podido transformarse en abono para plantas, de haber sido depositada en el contenedor de compuesto.

“Los personajes son elementos aparentemente sin vida. Pero en el espectáculo tienen características y apariencia humana. Entre ellos surgen relaciones de amistad, de colaboración o de enfrentamiento, cuando aparecen los individuos contaminantes”, explica Cornelles en referencia a Sprai, un bote que se lo pasa pipa difundiendo sus gases CFC; a Plàstic, una botella de PVC que se cree inmortal; y a Voltia, una pila antigua con maneras dictatoriales, que aspira a que su mercurio filtre el suelo y llegue hasta el mar. Estos tres personajes llevan una vestimenta parecida a un uniforme escolar para dar a entender que este tipo de actitud abusiva y malvada forma parte, desgraciadamente, del entorno más inmediato de los niños y niñas. Completa la galería de personajes Violeta, la única persona, una joven que llega al vertedero buscando su cazadora favorita, lanzada a la basura por su hermano al considerar que estaba demasiado vieja.

Desde la compañía señalan que el espectáculo habla de temas como el consumo compulsivo y efímero, la responsabilidad de todos respecto al Planeta o la importancia de los gestos pequeños para hacer grandes cambios. La distensión de la comedia con un punto canalla, sirve para llegar al público, huyendo del estilo aleccionador para abrazar la diversión y el respeto por la inteligencia de los espectadores a la hora de hablar de asuntos con los que grandes y pequeños conviven a diario.

Conciencia ecológica en todo el proceso creativo

Hablar del reciclaje sin incorporar ese espíritu de sostenibilidad dentro del proceso creativo parecía poco ético al equipo de Abocador, que empezó a trabajar en julio de 2025. Lo primero fue darle una nueva vida en el texto, escrito hace casi tres décadas, ‘reacondicionándolo’ para reforzar su vigencia.

Por otro lado, parte del vestuario creado y diseñado por Maria Poquet incorpora elementos transformados. Un ejemplo es el traje de paillettes que luce Cristall, remodelado del espectáculo La caravana de les flors. El frac de Gran Titular se ha costumizado, incluyendo en el interior del chaqué tela que simula impresiones de diario. El delantal que se ha adaptado para Maduixeta proviene del entorno familiar directo de la vestuarista. Y la caracterización de Pal de Fregar está hecha con piezas de segunda mano.

En la escenografía creada por Carla Cea y el artista textil Reyes Pe, también se han empleado elementos de reciclados y se incluyen objetos aportados por el alumnado de CEIP Cervantes, de Valencia, que participó en sesiones de mediaciones, donando a la compañía juguetes u otras cosas apreciadas por ellos para que tuvieran una segunda vida sobre el escenario.

Son solo algunos detalles de una decisión que va más allá del ahorro económico. De hecho, complica el reemplazo de componentes que se puedan ver dañados durante las representaciones. Pero concuerda con el espíritu de este espectáculo que apuesta por la transformación incluso del público, después de ver la función.