Benjamín Phreiz lleva tres años repitiendo la misma rutina dominical. Intenta suicidarse en un árbol. Nunca lo consigue. Siempre hay alguien que le interrumpe y se lo impide. Esa es, a grandes rasgos, su desgracia y, también, el argumento de «Gloomy Sunday», el nuevo montaje de la compañía valenciana Theatretk, una iniciativa que es «la suma de mucha gente que anhela llevar a escena proyectos en las que las artes plásticas y la tecnología escénica se pongan a disposición del teatro. La esencia la conformamos el artista plástico Racso Zehcnas y el director e iluminador de escena que soy yo, Harold Zuñigan. Pero el equipo es grande y diverso».
José Zamit, Grazia Hernández y Asso Mbaye son los actores de una obra dirigida por el propio Zuñigan y cuyo texto se firma (al tiempo que se marcan un guiño) con el seudónimo de Harlan Pinter. «Gloomy Sunday» es, también, una composición del pianista húngaro Rezső Seress, popularizada por Billie Holiday.
«Gloomy sunday» es una comedia sobre un suicidio reiteradamente fallido. ¿Crees que se puede hacer comedia sobre todo o que hay que ponerle límites?
Harold Zuñigan- Por supuesto que deben existir límites. Pensamos que nuestra libertad de expresión tiene límites, en eso creemos que se basa la tolerancia y el respeto. Nuestra opción ahora con «Gloomy Sunday» no es mofarnos del suicidio, simplemente es el desencadenante de una historia más compleja. Y el tono es de comedia absurda, por eso la comicidad está latente, pero sin recurrir a la burla.
¿Qué referentes del humor tuviste presentes durante la preparación de la obra?
Ninguno en particular. Creo que hemos intentado apuntar al drama de Benjamín sin buscar hacer comedia. Al finalizar la obra nos dimos cuenta de que era una comedia, pero no empezamos a buscar una comedia en el texto de Harlan. Simplemente, era absurdo.
¿Por qué crees que se le llama humor absurdo cuando es precisamente el que acaba pareciéndose más a la realidad del día a día?
Quizás es porque somos incapaces de ver que vivimos en una realidad absurda, que todos somos absurdos y que la ridiculez marca fuertemente nuestro día a día.
¿Cuánto hay de ese humor absurdo en lo de Harlan Pinter?
Todo. Aborda un tema fundamental como lo es la comprensión del medio y siguiendo los razonamientos de Camus. Inevitablemente, todo resulta absurdo.
Sísifo – Albert Camus – Billie Holiday – Russafa. ¿Cómo se produce esa secuencia?
Trabajamos en Russafa y es desde ahí cuando surge la propuesta. Soy fan de Albert Camus. Y el estudio de sus teorías nos llevó a intentar comprender un poco más nuestro entorno. Tomamos como referencia todo esto y lo aderezamos con la música de Billie holiday. Nos pareció muy atractivo.
Tu teatro siempre va más allá de la puesta en escena clásica, con elementos que la complementan. ¿En qué medida sucede esto en «Gloomy sunday»?
Siempre intentamos hacer que el espacio escénico sea algo extremadamente importante porque creemos que la precariedad saca lo mejor de nosotros. En «Gloomy Sunday», la puesta en escena evidencia el modernismo absoluto y la metáfora de la que se habla.
¿Qué criterio seguiste para la selección de los 3 intérpretes? ¿Qué buscabas en ellos y que han acabado dando a la obra?
El criterio ha sido su profesionalidad y su capacidad para abordar un texto absurdo desde la naturalidad, son grandes artistas. Y hemos valorado que tuvieran la capacidad de adaptarse rápido a esta historia. Finalmente, esto es lo que han aportado: veracidad y naturalidad.
Repasando los repartos de los cuatro montajes, hasta ahora, de Theatretk, todos dirigidos por ti, queda patente que no sueles repetir con los actores. Solo Lucía Sáez y Nacho López Murria hacen doblete. ¿Eso viene marcada por la singularidad de cada proyecto o porque prefieres ir trabajando con actores distintos?
Cada espectáculo es diferente y siempre hemos pensado que todos estamos al servicio del show. Nadie es indispensable, ni el director. Cuando sabemos lo que queremos contar, buscamos las piezas que pudieran encajar.
¿Qué es lo que más te atrae de la dirección de actores? ¿Qué le pides a un actor?
Me atrae que una persona sea honesta en escena, que sean personas que experimentan en escena y que su creatividad les desborde. Pero, sobre todo y en especial, la disciplina. Este compendio es lo que me gusta de un actor y es lo que pedimos.
¿Qué tiene de cómico y de absurdo la situación del teatro valenciano?
Me parece absurdo que existan tantos artistas talentosos en Valencia y que, o bien se tengan que ir, o incluso pasen desapercibidos. También es cómico que nadie se atreva admitir que hay mucha gente talentosa. En fin. Yo creo en Valencia. Por eso estoy aquí… Y eso también es absurdo.