«Llum trencada». Foto: Rubén Ballester.

Llum trencada (Teatre Micalet, del 2 al 4 de octubre) fija su mirada en la guerra civil española y en la posguerra desde el punto de vista de las mujeres que la vivieron y sufrieron. La producción de la compañía Iguana Teatre toma como punto de partida el libro Dones republicanes. Memòria de la Guerra civil a Mallorca, de Margalida Capellà, para recuperar «algunas historias de estas mujeres que fueron a prisión, no por sus ideas políticas, sino porque eran hijas de uno o mujeres de otro. Y para reivindicar el papel de otras mujeres, activistas, fuertes y valientes, que se atrevieron a enfrentarse con los que las querían hacer callar».

Marina Domínguez, Catalina Florit e Irene Soler dan vida, sobre el escenario a esas mujeres, bajo la dirección de Pere Fullana. Con él y con Aina Salom (responsable de la dramaturgia junto a Carme Planells) recorremos las interioridades del proceso creativo del montaje.

Creación

✍️ Aina Salom

La idea de Llum Trencada, Luz Quebrada en su versión en castellano, surgió durante el proceso de documentación para otro espectáculo de la compañía Iguana Teatre, Mar de Fons, que también trata de la Guerra Civil y la represión posterior en Mallorca. Por una de esas hermosas casualidades, las dramaturgas nos encontramos con Dones Republicanes, dos volúmenes en los que la periodista Margalida Capellà recogió más de 150 entrevistas de mujeres que vivieron y sufrieron las consecuencias del golpe de estado de 1936, es decir, la guerra civil y la represión tan despiadada que llegó después.

La lectura de estas entrevistas nos impactó tanto que estábamos convencidísimas que el tema merecía un espectáculo desde una perspectiva de género, ya que las mujeres se merecían una obra para ellas solas, dejando de ser los personajes secundarios que siempre han sido. Queríamos darles el protagonismo que se merecían, dejar oír su voz, sacarlas a la luz, porque todo lo que habían sufrido había pasado en un segundo plano, en la penumbra de los personajes secundarios o simples acompañantes, ellas eran “mujeres de”, “hijas de”, “madres de” etc. Precisamente, a consecuencia de esa relación familiar o sentimental fue por lo que las persiguieron y castigaron.

Así que propusimos a Iguana Teatre un espectáculo que les diese ese protagonismo que la historia les ha negado y creemos que aún les sigue negando. Fue muy difícil elegir unas pocas entrevistas de entre las 150 que teníamos, pero así lo hicimos. Con la idea de seleccionar, para dramatizarlas, aquellas que podían representar a todas las demás. Porque creemos que, a pesar de ser historias localizadas en Mallorca, son universales y los padecimientos, la persecución y el control al que sometieron a nuestras mujeres son los mimos que sufrieron y padecieron, y aún padecen, las mujeres que han vivido una guerra, en cualquier país.

Cuando aceptaron nuestra propuesta, nos pusimos a trabajar para dar forma dramática a las entrevistas y convertirlas en la materia viva que el teatro necesita, siempre preservando la esencia de cada una de las historias. Cada dramaturga trabajó en diferentes historias por separado (como hay dos volúmenes: uno para cada una) y después las revisamos de manera conjunta, reescribiendo, añadiendo o quitando, reescribiendo de nuevo… Incluso alguna de nuestras mujeres es la suma de muchas otras. Todo ello con el claro propósito de reivindicar el papel de estas mujeres, para contribuir a conservar su memoria y que no caigan en el olvido, y rendirles un homenaje, como “nietas de” que también somos nosotras.

«Llum trencada». Foto: Rubén Ballester.

Preparación

✍️ Pere Fullana

En lo primero que pensé tras leer la adaptación de las entrevistas de Margalida Capellà que Aina y Carme estaban preparando fue que podríamos ayudar a proyectar más luz sobre un documento muy valioso. Sabía de la existencia de algunas de esas entrevistas, que ya se habían publicado en un diario local, pero el estremecimiento que me produjo verlas dramatizadas posibilitando así una impactante visión panorámica, hizo que sintiera la necesidad de expresar de alguna manera la admiración ante lo que, para mí, era un trabajo que además de tener valores dramatúrgicos evidentes indagaba en los campos de la antropología y la sociología. De repente me urgió la necesidad de comunicar la emoción profunda que me provocaron los testimonios de esas mujeres anónimas.

Cada uno de los relatos, cada historia de vida, era única y merecedora de ser contada. Aina y Carme dramatizaron cinco entrevistas y seis testimonios que aparecen como voces de un coro que se intuye (y es) mucho más extenso. Supe enseguida que la propuesta escénica debía ser ágil y apuntar con honestidad a aquel lugar indescifrable que llamamos memoria colectiva. Jordi Banal propuso un espacio escénico prácticamente desnudo con sólo tres sillas y una alfombra desde donde se pudiera articular el relato a partir de los mecanismos atávicos de la narración oral. En ese marco las actrices encarnan todos los elementos que aparecen en los testimonios, personajes, objetos, espacio sonoro… tuvimos la gran suerte de poder contar con tres actrices magníficas de generaciones diferentes: Irene Soler, Catalina Florit y Marina Nicolau, que vertieron su profesionalidad y apasionamiento en encarnar a estas mujeres, ellas son sin lugar a dudas el motor que hace que la obra llegue al corazón de mucha gente. Hay que destacar también la iluminación de Juan Rodrigo Campos siempre pendiente de lo que los intérpretes comunican en el escenario para potenciarlo con acierto y sutileza, así como el vestuario de Bel Cirerol, discreto y muy acertado en los cromatismos basados ​​en la bandera republicana de manera sutil, un poco como si se escondiesen los colores originales, aunque se intuyan.

«Llum trencada». Foto: Rubén Ballester.

La obra

✍️ Pere Fullana

Creo que todos hemos disfrutado de montar esta obra y que en todo momento nos hemos sentido acompañados por estas mujeres a las que el fascismo quebró la luz de la esperanza y a pesar de ello, siguieron luchando y construyendo el futuro.

Nos llena de orgullo que todo este trabajo haya sido ampliamente reconocido por el público y la crítica recibiendo premios como el Premi Ciutat de Palma 2018 a las artes escénicas y el Premi ATAPIB a la mejor dirección. Llum trencada lleva ya dos años de gira intensa tanto en su versión catalana como castellana. Se ha estrenado en las Islas Baleares, Cataluña, Madrid y Islas Canarias. Ahora finalmente llega a València, estrenándose en el Teatre Micalet este viernes 2 de octubre a las 20h, donde estará hasta el domingo.