Alicia en Wonderland, el regreso. Foto: Juan Terol.

Han pasado cinco años desde el estreno de Alicia en Wonderland. Con ella, el dramaturgo Chema Cardeña inauguraba su Tetralogía de los Cuentos Políticos, que tuvo nuevas entregas con sus personales adaptaciones de El Mago de Oz y un doblete sobre Peter Pan. Ahora, vuelve el clásico de Lewis Carroll, en una nueva versión, pero con la misma dinamita escénica a este y al otro lado del espejo.

Alicia en Wonderland, el regreso (Sala Russafa, del 19 de diciembre al 12 de enero), nos presenta a una Alicia «híper titulada y preparada, pero ya no tan joven, que sigue intentado acceder al mercado laboral cinco años después. El personaje vive nuevamente ese viaje iniciático en el que va descubriendo las normas que rigen Wonderland, el reflejo de la sociedad contemporánea desde el otro lado del espejo. Se encuentra con los personajes del cuento creado por Carrol, como el Sombrerero Loco, el Conejo Blanco o la Reina Roja, que se presentan como símbolos de los distintos estamentos o poderes. Y choca con el absurdo de un mundo que, en vez de evolucionar en estos cinco años, parece haber involucionado».

Chema Cardeña firma el texto y dirige, además de subirse al escenario junto a Iria Márquez, Rosa López, José Doménech, Toni Aparisi/Miguel Machado, Darío Torrent, Raquel Ortells y Jaime Vicedo. La música en directo corre a cargo de Juanma Pastor, de Johnny B Zero (voz y guitarra), David Campillos (bajo) y José Montoro (batería), que interpretan versiones de clásicos como Lucy in the sky with diamonds (The Beatles), Billie Jean (Michael Jackson), Sorry I’m a lady (Baccara) o Black is black (Los Bravos), entre otras.

A Cardeña le hemos pedido que nos cuente lo que es y lo que no es la obra:

Alicia en Wonderland, el regreso. Foto: Juan Terol.

Alicia en Wonderland, el regreso es:

➡️ Una aventura donde nunca sabes qué puede pasar. Una aventura muy divertida. Seguramente, una especie de excursión teatral, diferente a lo que haya podido ver el público. Un espejo mágico donde ver deformada nuestra realidad y donde podemos reconocer (si queremos) los errores que hemos cometido o cometemos, como sociedad.

➡️ Un cuento para adultos sobre nuestro mundo y nuestra política del día a día. Hartos de que “nos cuenten cuentos”, hemos escrito el nuestro.

➡️ Un espectáculo musical, con canciones conocidas de la historia del pop y rock universal, con música y cantantes en directo.

➡️ Un juego escénico lleno de personajes mágicos y extravagantes, un viaje lleno de sátira y crítica hacia la justicia, la sanidad, el gobierno, la cultura, la política y el sistema que nos envuelve y dirige.

➡️ Un divertimento psicodélico y lisérgico, con sorpresas para el espectador. En definitiva, una experiencia escénica que pretende divertir y entretener, pero también mostrar y compartir la vergüenza ajena que seguramente sentimos los ciudadanos y reírnos de ella. El humor como herramienta para seguir adelante. Reírnos de nosotros, de lo nuestro, de quienes nos dirigen es, a veces, una terapia muy gratificante.

Alicia en Wonderland, el regreso no es:

➡️ Un espectáculo al uso. Creo que no es uno más. Y ese es uno de los motivos por los que hemos decidido resucitarlo (previa actualización y renovación), después de cinco años desde su estreno. Y desde luego, los que lo vieran en su día, no van a ver el mismo espectáculo. Hemos cambiado en estos años… Si ha sido para bien, eso lo decidirá el público.

➡️ Un montaje previsible. Si no hay sorpresa, no hay diversión. Y en el regreso de Alicia en Wonderland, hay unas cuantas.

➡️ Una historia convencional. La que escribió Carroll ya no lo era, y esta se inspira en su cuento. Creo que era un escritor nada convencional, de hecho bastante transgresor y libre en sus instintos literarios. Así le fue… y así ha salido esta Alicia

➡️ Un texto teatral aburrido. Desde la escritura he pretendido que el espectador entre de lleno en nuestra aventura, en el viaje de su protagonista, de Alicia.

➡️ Un disparate sin sentido. Desde el caos, la farsa, el surrealismo, encaminamos el “mensaje” de Alicia hacia temas con mucho sentido. Disparatado sí, sinsentido, no.