Foto: David Ruiz.

El teatro ha muerto y el detective Noir tiene que descubrir al asesino antes que la Agencia Anti Arte desvele el secreto de su oscuro pasado. Para ello recorrerá la historia del Teatro en busca de verdades ocultas mientras una red de misteriosos personajes conspiran en la sombra. Este es el punto de partida de Crimen y telón, el nuevo espectáculo de la compañía Ron Lalá.

Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher, Álvaro Tato y Yayo Cáceres son sus intérpretes. Precisamente, el último de ellos, Yayo Cacerés, director también del montaje, nos conduce por el interior de la obra, explicando lo que es y lo que no es el montaje.

Crimen y telón es:

Un homenaje al teatro universal con forma de thriller de género negro, ambientado en un futuro cercano en que las artes están prohibidas y nuestro planeta, convertido en Ciudad Tierra, es liderado por una inteligencia artificial con un ejército de dones.

Una investigación contrarreloj en la que el asesino podría ser cualquiera, incluso un espectador.

Un despliegue teatral en todos los sentidos ya que, al propio teatro en persona se le ve en acción encima del escenario, además de la construcción teatral que se hace en escena con los elementos y los actores.

Una invitación a reflexionar sobre el futuro del arte, del humor y de lo que podría suceder en el planeta si las artes desapareciesen.

Una toma de conciencia de que «los seres humanos somos analógicos» como dice el detective Noir en un momento de la obra; y de que las artes dan sentido a nuestra vida breve sobre esta tierra.

Un «cómic» llevado a escena. Es una estética que combina las sombras con el teatro tradicional.

La historia de una persecución.

La historia de un hombre derrotado que busca triunfar. ¡Es la historia del teatro!

Un montaje con música en directo y un ritmo trepidante.

Un momento para ser testigo de una historia singular, donde los espectadores forman parte y son testigos del mayor magnicidio de la historia de las artes y donde el público, con un periódico en sus manos, puede hacer que la historia se revierta.

Crimen y telón no es:

No es ni pretende ser un espectáculo premonitorio.

No es un espectáculo aburrido.

No es ni pretende dar un mensaje moral.

No es un espectáculo que te dejará indiferente.

No es más, ni menos, que una invitación a la reflexión como habitantes de esta sociedad que forjamos para vivir.