Que el texto de La resistencia (jueves, 13 de junio, 20.30h, Teatre Principal, dentro de la programación del Festival Tercera Setmana) lo firme Lucía Carballal (suyo es, también, A España no la va a conocer ni la madre que la parió, escrito con Víctor Sánchez, o Una vida americana) es una garantía. Que la dirección corra a cargo de Israel Elejalde (que además es actor: Magical Girl, Amar en tiempos revueltos, Maridos y mujeres,…) es otra garantía. Y que en el escenario estén Francesc Garrido y Mar Sodupe (que ya coincidieron en la serie Sé quién eres) suma una triple garantía.
¿La historia? «Mónica y David se citan de madrugada en un restaurante vacío. Ambos rondan los cincuenta y saben el lugar que han alcanzado como escritores y, más importante aún: después de años siendo amantes, también saben qué lugar ocupan el uno para el otro». Pero nada mejor para conocer más a fondo la obra, que la propia Lucía Carballal nos explique lo que es y lo que no es La resistencia. Le cedemos la palabra:
La resistencia es:
➡️ El encuentro definitivo de una pareja, una de esas conversaciones en las que absolutamente todo se pone en juego.
➡️ Un ejercicio de valentía por parte de los personajes. Son valientes porque piden la verdad y también por atreverse a escucharla.
➡️ Una invitación a pensar el amor a partir de una pregunta concreta: qué papel juega en él la admiración.
➡️ El goce de ver en escena a Mar Sodupe y Francesc Garrido y disfrutar de la delicada dirección de actores de Israel Elejalde.
➡️ La apuesta por la dramaturgia contemporánea de El Pavón Teatro Kamikaze, que becó la escritura del texto.
La resistencia no es:
➡️ Eso que imaginas cuando piensas en una obra sobre una pareja. Cada decisión del espectáculo busca territorios poco transitados.
➡️ Una obra con mensaje o moraleja. Por el contrario, abraza la idea de que el amor se sostiene sobre un cúmulo de contradicciones.
➡️ Un retrato del mundo literario, sino más bien el retrato de una pareja a través de la relación que ambos mantienen con su trabajo.
➡️ No pretende posicionar al espectador a favor de uno u otro personaje. Como en la vida, cada uno tiene un relato y una vivencia distinta de la misma realidad.
➡️ Un espectáculo que termine con la función. Produce diálogo, debate, incluso confesiones muy íntimas.