La nueva temporada escénica arranca sin certezas para compañías y profesionales, que vuelven a trabajar sin un horizonte claro de apoyo institucional.

Tras meses de creación, producción y gira, las compañías valencianas de teatro, danza, circo y artes de calle se preparan para un nuevo curso en el que, de nuevo, la falta de planificación amenaza con ensombrecer su trabajo. La energía creativa convive con la fragilidad estructural, lo que coloca a muchos proyectos en un terreno inestable, sin garantías para consolidarse.

En este escenario, la voz de la Associació Valenciana d’Empreses d’Arts Escèniques (AVETID) resuena con fuerza. La entidad lamenta que la temporada 2025-2026 comience «bajo mínimos» y advierte de que los recursos económicos y el calendario de ayudas continúan sin dar respuesta a las necesidades reales del sector. Tras el duro impacto de la dana de octubre y una temporada de alta exigencia laboral, el panorama no ha mejorado: los fondos públicos llegarán tarde por segundo año consecutivo y, además, resultarán insuficientes para sostener los proyectos en marcha.

La junta de AVETID denuncia que el ánimo de creadores, intérpretes y gestores se resiente, obligados a presentar en pleno agosto proyectos de concurrencia competitiva cuyo resultado marcará su futuro inmediato. La asociación describe esta situación como un juego «a cara o cruz» que erosiona la estabilidad de compañías y productoras.

El Circuit Cultural Valencià, que debería servir de mercado natural, tampoco ofrece soluciones claras. Su reconversión lo llevará de 92 a más de 150 localidades en 2025, pero sin aumentar presupuesto ni capacidad para cerrar contrataciones en el segundo semestre. Un circuito que durante tres décadas fue clave para sostener a un sector con más de 450 empresas y 50.000 profesionales, pero que ahora, según AVETID, funciona con mecanismos «difusos» e ineficaces.

La asociación reclama además que la Generalitat incremente el presupuesto cultural hasta alcanzar al menos el 1%, frente al 0,7% actual y lejos del 2% recomendado por la Universitat de València. Recuerdan que cada euro invertido en cultura genera un retorno estimado de 1,70 euros en el PIB, lo que evidencia que la falta de inversión no responde a razones económicas, sino a decisiones de prioridades políticas.

Con la temporada a punto de comenzar, AVETID insiste en que las artes escénicas valencianas necesitan estabilidad para no quedar «en vías de extinción» y reclama un compromiso real que permita a las compañías seguir creando y exhibiendo con dignidad, lejos de la precariedad que se ha convertido en norma.