Las alquerías en medio de la huerta valenciana son entes que se asemejarían a los molinos de La Mancha. Misteriosas, totémicas, icónicas, con historias en minúscula y próximas a la piel del que escucha, dentro de la gran historia, a veces más ajena, de una ciudad.
Abordando todos sus puntos de vista (paisaje, arquitectura, elemento patrimonial, tradición, devenir y vida), la Fundació Per Amor a l’Art ha organizado en Bombas Gens Centre d’Art, Dialogar la alquería (miércoles, 2 de octubre, 18h) completando la exposición temporal Herencias (dedicada a las alquerías de la huerta de València y que se puede vistar hasta el 13 de octubre). Una jornada sobre las alquerías moderada por Paloma Berrocal, arqueóloga de la Fundació Per Amor a l’Art.
De la mano de diversos catedráticos, arqueólogos y expertos en la materia, se tratará desde la evolución histórica de las alquerías, atendiendo a las sucesivas épocas islámica y cristiana, hasta hoy. Pasando por el crucial papel de la administración en la conservación de las mismas. Hasta llegar a la historia minúscula e íntima (de la que hablábamos al principio), de Concepción y Marina, madre e hija, afortunadas herederas del modo de vivir en estas construcciones que son nuestras, pero a la vez lejanas, en el día a día de hormigón de la gran ciudad.