The world is our oyster es el título de la exposición conjunta de Sergio Membrillas y Julián Martínez (letsornot) que se podrá ver en Bangarang desde el 21 de abril hasta el 26 de mayo. Tal y como indican ellos mismos y avanza el nombre de la muestra, «es un ensayo sobre actuar libremente, y en este caso mostrar sin complejos nuestros últimos trabajos».
¿Más pistas? Las dan: «Es un canto a la cultura artística de las tiendas de skate de los 90, la añoranza de la juventud, las tiendas de patín de Santa Mónica, esa idea de exponer arte sin realmente darnos cuenta, tener un grupo de punk con quince años y darte cuenta de la importancia visual de unas Airwalk y las portadas de los discos, o pintar en muros y percibirlo como una idea más madura y llena de referentes que no tenías. The world is our oyster es un homenaje a esos años tempranos».
A Sergio y Julián ya los vimos como pareja de stand en el último Tenderete. «Nos conocimos de manera bastante natural. Si te soy sincero no recuerdo exactamente cómo», explica Membrillas. «Nos conocemos de hace algún tiempo por seguirnos en Instagram, tiempo después empezamos a hablar, dijimos de tomar un café… un match creativo en toda regla», añade Martínez. «Instagram, algunas expos, algo así… hay un salto temporal hasta nosotros haciendo Tenderete juntos y Jess y Julián vendiendo con The Color Concept en el blablablamarket. Bastante natural, de alguna manera no hubo tonterías y nos hicimos amigos como cuando hacías amigos en 2002», remata el primero.
¿Y qué les parece a cada uno el trabajo del otro? (Sergio) «Me encanta la manera en la que Julián trabaja. Hay una armonía playful constante, pero cuando le conoces te das cuenta de que busca grandes significados en el fondo de todo lo que hace. Me gusta su relación con el color y su descaro en el uso del mismo, que seguro algo tiene que ver con su background de pintura mural. La importancia del proceso y de la conceptualización del mismo». (Julián) «Siempre he considerado a Sergio un gran profesional de la ilustración, una persona de hacer cosas y hacerlas bien. Además de tener un vínculo profesional en común, creo que nos entendemos bien a otros niveles, por ejemplo se nos da genial ir a tomar café con leche a bares de abuelos, hablar de música, de arte y quejarnos de lo caro que está todo».