Lo desconocido es el tema que impregna cada una de las páginas del número 3 de la revista Mauer. Una publicación, con un diseño tan atractivo como cómodo, que reivindica la fotografía analógica y que hace zoom al talento emergente.

En esta entrega comparten páginas el caos y la intensidad de una ciudad como Nueva York capturadas sin filtros por Ok McCausland, la calidez de lo imperturbable a cargo de las instantáneas de Natasha Klimenko, el orgánico making of de un concierto de los desaparecidos Penny Cocks por la siempre hipnótica cámara de Mireia Bordonada o los retratos de Loïc Seguin que parecen TAC’s o resonancias magnéticas por su capacidad para capturar tanto lo externo como lo interno. Hay más, y muy interesante, en el papel lo encontraréis.

Mer Carballo, directora de Mauer, contesta nuestras preguntas.

¿Cómo nace la idea de poner en marcha Mauer?

Conocí a Marina Horowicz, productora y co-editora de Mauer, en IDEP Barcelona en un Máster de Fotografía hace cinco años. Inmediatamente nos unió el amor por la fotografía analógica y por el arte impreso. Sin embargo, no fue hasta el 2018 que pudimos concretar la idea de Mauer. Sabíamos que queríamos hacer una publicación impresa, cuyo contenido fuera 100% analógico, teniendo siempre en cuenta que nuestro principal objetivo era dar a conocer artistas emergentes que se destaquen en esa disciplina.

Partiendo de esta idea principal, lo demás fue surgiendo de manera más natural. Comenzamos por formar un equipo de trabajo y fue entonces que se unió nuestra diseñadora gráfica Iara Kremer. Ella nos ayudó a crear la identidad visual de Mauer y también es la encargada de la maquetación de cada número. El próximo paso fue definir conjuntamente cómo sería esta revista, su temática, periodicidad y el contenido que viene dado por una convocatoria abierta. Luego nos enfocamos en la creación de canales de comunicación, Instagram y web, para generar un público que ya teníamos previamente definido. Por último, definimos las secciones y diseño de la revista y así nació nuestra primera edición impresa Fire ∞ Water.

¿Qué es Mauer?

Mauer fue pensada originariamente como una publicación bi-anual. En el primer año de impresión (2019) lanzamos dos números complementarios: Fire ∞ Water en marzo y Air ∞ Earth en septiembre. En marzo de 2020 salió a la luz The Unknown, teniendo en mente que su complementario sería The Intimate. Sin embargo, por la crisis del covid decidimos aplazar el siguiente número hasta marzo de 2021. La convocatoria para The Intimate, que contará con una sección especial de fotos tomadas durante el confinamiento, se encuentra actualmente abierta hasta el 15 de octubre.

Nos definimos como una publicación independiente ya que no trabajamos con ninguna distribuidora. Cada número tiene un tiraje de 500 ejemplares y desde el comienzo decidimos trabajar con la imprenta Agpograf Barcelona. Mauer se vende a través de nuestra tienda online, desde donde realizamos envíos a todas partes del mundo, y también en veinte tiendas en distintos países de Europa. Solo en España contamos con casi 15 tiendas entre Barcelona, Madrid y València.

El tamaño de la revista es de 17×24 cm y se compone de 144 páginas, sin publicidad. El tamaño de Mauer fue algo que surgió a priori. Queríamos una revista que fuera fácil de transportar y que “invite” a ser vista. El diseño y la maquetación, en cambio, surgieron a partir del material que recibimos en la primera convocatoria abierta para Fire ∞ Water, convirtiéndose luego en parte de nuestra identidad. La revista está dividida en 3 secciones:

Stories: trabajos editoriales de entre diez y quince páginas aproximadamente.

4∞4: cuatro series de cuatro páginas cada una, de cuatro fotógrafos distintos.

Moodboard: sección curada por nosotras dos con fotos de distintos artistas recibidas durante la convocatoria, creando así un hilo narrativo en función del tema elegido. Es lo más similar a nuestro “feed” de instagram.

En cada revista de Mauer publicamos alrededor de cincuenta fotógrafos, de los cuales entre cinco o seis serían los artistas principales de Stories.

¿Qué criterios seguís para seleccionar a los/las fotógrafos/as que participan en cada número?

Para cada edición de Mauer trabajamos a través de una convocatoria abierta. Puede participar cualquier persona mayor de 18 años, sin importar su nacionalidad o residencia actual, enviando sus fotos analogicas. Esta convocatoria dura aproximadamente dos meses y está basada en una temática particular que sirve a modo de disparador. Invitamos a utilizar distintas técnicas y formatos dentro del mundo analógico.

Al momento de componer cada edición y de seleccionar a los artistas que formarán parte de ella, tenemos en cuenta diferentes criterios. Por un lado, es muy importante lograr que haya una coherencia general entre todo el material, lo que no significa que todas las fotos tengan que ser similares o tener un mismo “mood”. A su vez, estas deben tener una correlación con el tema elegido. Sabemos que esto es bastante subjetivo, pero creemos que de alguna manera el tema debe ser evocado en las fotografías aunque sea de forma más metafórica o poética.

En cualquier caso, lo que más nos interesa es dar a conocer fotógrafos analogicos emergentes con sus diversos estilos, formatos y técnicas utilizadas, y ver cómo se puede abordar el tema elegido para cada edición desde distintas miradas. Respecto a este último punto, particularmente en la sección Stories, muchas veces tenemos que dejar de lado trabajos editoriales muy buenos, solo por ser muy similares entre sí, ya que para Mauer la riqueza y variedad visuales son muy importantes.

Una revista de fotografía análoga, se puede leer en la portada. ¿Qué hay detrás de esa reivindicación de lo análogo en estos tiempos tan digitales que vivimos?

En la nota editorial de nuestra primera edición Fire ∞ Water justamente hay un párrafo que ilustra los valores fundacionales de Mauer: “Consideramos que la fotografía analógica, a pesar de los avances tecnológicos introducidos en las últimas décadas, no es algo exclusivamente del pasado. Por el contrario, es la forma más adecuada que encontramos para revelarnos contra la vorágine cotidiana de una sociedad que busca lo inmediato. Apostamos entonces al papel como soporte principal porque no queremos ver morir las fotografías en archivos jpg olvidados”.

Del hecho de que casi todos los textos estén en inglés, de la selección de algunos de los participantes y de las personas que forman parte del staff, se desprende que Mauer tiene una vocación internacional.

Sí, totalmente. Apuntamos a un público internacional. Desde los fotógrafos que participan en cada edición impresa, y en nuestra sección online Artistas Destacados, hasta aquellos que compran la revista, incluyendo también a nuestros seguidores de instagram. No queríamos utilizar el castellano como lengua principal, ya que sabíamos que eso restringiría nuestro público. Como decíamos anteriormente, el objetivo de Mauer es dar a conocer fotógrafos analógicos emergentes, sin importar la nacionalidad y, por ende, el inglés nos permite tener mayor llegada y difusión.

Gracias a esta decisión, Mauer hoy está presente en varias tiendas en distintos países de Europa, además de España. De todas formas, nuestra web (en la que publicamos las bases y condiciones para las convocatorias) está en inglés y castellano, así como también la nota editorial en cada una de nuestras ediciones impresas.

El equipo de Mauer es argentino, pero tanto Marina como yo residimos en Barcelona desde el 2015 y todas las revistas han sido impresas aquí, en Agpograf. Con el resto del equipo (Iara Kremer, diseñadora gráfica, Rafa Ponieman, programador, y Clara Franchini, Social Media Manager), trabajamos vía remoto.

Mer Carballo.

Cada número responde a un tema, ¿cómo los seleccionáis?

Los temas elegidos para cada edición han surgido de nuestras reuniones semanales. Partimos de un brainstorming y luego definimos mediante votación. Nos parece interesante trabajar utilizando dualidades o temas complementarios, ya que Mauer no fue concebida como una revista de actualidad, sino más bien como una revista de colección, atemporal. Por otro lado, como dijimos antes, cada tema funciona como disparador creativo, por lo que es importante que sea un tema que pueda dar juego, que pueda brindar múltiples interpretaciones y que genere “riqueza visual”.

En 2019, el primer año de Mauer, decidimos trabajar con los cuatro elementos, porque son la base de todo lo que nos rodea, y nos pareció un lindo comienzo metafórico para nuestra revista. Luego decidimos trabajar con lo desconocido y su complementario lo íntimo, ya que de estos conceptos se desprenden varios temas que nos parecen interesantes abordar desde la fotografía: el mundo externo y el interno, lo extraño y lo familiar, la esfera pública y la privada.

De todas formas, como mencionamos anteriormente, en la próxima edición The Intimate, incluiremos una sección especial con fotos tomadas durante la cuarentena, ya que creemos que es fundamental en estos tiempos difíciles construir un espacio desde donde fomentar la creatividad, compartir nuestros miedos, ansiedades y todo lo que conlleva esta difícil situación mundial.