1- La cartera siempre llama tres veces. Y las tres para alegrarme la vida. Revistas valencianas en papel que llegan al buzón. El nuevo número de Debats incluye un monográfico sobre la ciudad literaria. Si no habéis mandado aún la carta a los Reyes Magos incluidla como regalo. Dieciocho páginas sobre la ciudad de València en la poética de Vicent Andrés Estellés, a cargo de Jordi Oviedo, que son una delicia de esas de paladeo tranquilo y repetido. La casa, las calles, los cines,…Hay más. Casi una docena dedicadas a la presencia de València en los textos de Max Aub, firmadas por Jesús Peris. Un artículo que parece (por deseo lector y su documentada consistencia) que no se acaba nunca y que invita a la relectura gozosa. También hay espacio para otras ciudades (Barcelona, París,…), o para analizar la poesía de calle en Latinoamérica y Europa, o para preguntarse por el supuesto antisemitismo de Blasco Ibañez. Lo dicho, avisad a sus majestades de Oriente.
2- Al número quince de Lletraferit lo recorre indirectamente la memoria. Desde la charla reposada con Joan Francesc Mira y Eduard Mira de la portada a los recuerdos de un bar de barrio que firma Andreu Escrivà. Miquel Nadal radiografía, en un texto que regala verdades en cada párrafo, como València está perdiendo su identidad y reclama (totalmente a favor) una regidoria de l’ornat públic. Toni Sabater reflexiona, con su habitual lucidez, sobre la paella (Arribat a determinada edat, un valencià mitjà pot calcular per centenars o per milers les paelles a les quals ha assistit com a orgullós oficiant, com a manifesser més o menys impertinent o com a simple degustador del plat resultant) a partir del libro de Josep Piera. Álex Zahinos entra en la máquina del tiempo del universo de El Flaco y viajan por el cap i casal de los ochenta, la América Central de los noventa, saludan a Blanquita, Korda y Pepe Rubianes y se toman algo en La Marxa. La revista también se fija en como el objetivo de Jean Dieuzaide capturó las tierras valencianas. Como decía aquel ratón, no se vayan todavía que aún hay más, pero lo tendréis que descubrir en quioscos o librerías.
3- El ejemplar de octubre de la revista infantil Xiulit era para guardárselo. De alguna manera, como en los casos de Debats y Lletraferit, también tiene algo de conexión con la memoria. Portada de Cristina Durán e historia sobre Jaume I (con guión y color de Miguel Ángel Giner Bou), Mique Beltrán dibujaba sobre la pilota valenciana, Daniel Torres homenajeaba a la barraca desde el futuro y Miguel Calatayud, entre divertido y delirante, ponía a Rabosot a perseguir a Raboseta. La publicación dedicada a los más pequeños ya ha sobrepasado los cuarenta números y sigue fiel al saludable doble propósito de entretener y enseñar. Y en papel que tiene más mérito.