El calor ya está dando lo mejor de sí. Como si tuviera miedo a ser privatizado por presunto bajo rendimiento, anda estos días exhibiendo su poderío para que no se especule con él. Y ya no hay marcha atrás. Puede que alguna tarde llueva o una noche despistada refresque, pero esto no lo cambia ni Lim con todos los millones del mundo. Asumirlo es el primer paso para sobrevivir a la calima veraniega. Otro es equiparse con las mayores comodidades posibles para cuando haya que salir a la calle. Sin que nadie me lo pida decido contribuir a ello, me pongo la etiqueta de servicio público y comparto una lista musical para hacer turismo por Valencia la mar de felices. Y, ojo, que la música no les ensimisme mucho y se pierdan joyitas como la de la foto de arriba en Ruzafa.