Foto: Eva M. Rosúa.
Según la RAE, caníbal es aquella persona que come carne humana. Estupendo, pues, bautizar una revista de arte y literatura con ese nombre. Y si encima se añade una segunda «a» a su parte final es como ampliar el tipo de dieta. Las páginas de Canibaal son como un sugestivo menú del que no se sabe qué platos pedir y se acaba devorando todos. Sin embargo, toda esta parafernalia gastronómica no debería sepultar el verdadero origen de la cabecera, que se encuentra hace casi un siglo, en el Manifiesto Caníbal Dadá, de Francis Picabia.
Cada número de Canibaal se articula en torno a dos temas. Sexo y locura, humor y magia, utopía y libertad, identidad y provocación, jazz & bookstores, carne y metaliteratura, ironía y brevedad, han sido hasta ahora las parejas de baile. Los pilares por los que se han ido desenvolviendo los contenidos, afortunadamente, sin ningún corsé que haya virado hacia la repetición o la monotonía. Señal de que el trabajo de edición está muy bien hecho.
Foto: Eva M. Rosúa.
Uno de los méritos de Canibaal es no seguir ningún camino marcado. Huir de la previsibilidad. Aunque se podrían dividir sus contenidos por apartados (ensayo, relatos, entrevistas, fotografía,…), estos se encuentran salpicados a lo largo de las páginas de la revista. Así, por ejemplo, las fotos de Alberto Adsuara dan paso a una charla con Guillermo Gómez-Peña y Saúl García Peña, de La Pocha Nostra, y se establece un diálogo mudo entre ambos. Cuando esa sensación se repite varias veces, hay que desterrar la opción de la casualidad y aplaudir, de nuevo, el buen trabajo que hay detrás.
Foto: Eva M. Rosúa.
Canibaal cuida textos e imágenes con la misma atención. Tanto su selección como su tratamiento. Ficciones de Patricio Pron, Enrique Vila-Matas o Manuel Vilas; entrevistas a Esther Ferrer o Javier Gallego; poesías de Berta García Faet o Eva Vaz, fotografías de Paola Bragado o Isabel Muñoz,… Consagrados y menos conocidos conviven con la naturalidad del respeto hacia la cultura. Ahora que parece que la extensión de un artículo ya justifica su calidad, en Canibaal todo se ajusta a su tamaño, sin importar ni los caracteres, ni el tamaño en píxeles.
Foto: Eva M. Rosúa.
Y todo esto se hace desde aquí, Valencia. Con la bonita historia de la herencia de un tío lejano de uno de sus responsables (Ximo Rochera) como punto de partida, con las dificultades que supone levantar un proyecto fuera de las capitales que aglutinan la publicidad, con la ilusión de compartir más que con el vicio de predicar y edificando una realidad paralela en la que refugiarnos cuando la que pisamos se hace insoportable.
Canibaal está a la venta en las dos librerías Dadá. Y es que la calidad siempre acaba uniendo. ¡Que os aproveche!
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MuVIM
Guillem de Castro 8. 46001 Valencia
IVAM
Guillem de Castro 118. 46003 Valencia
Telf: (+34) 963 515 138
www.libreriadada.com
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