De Rosetta Tharpe a Amy Winehouse. De Fats Domino a The Strokes. De la filosofía beat a la escena canadiense reciente. De la nueva chanson a las Riot Grrrl. De Pink Floyd a Portishead. Del CBGB a Tortoise. O de John Peel a las mujeres del grunge. It’s only rock and roll. Una historia del rock ilustrada (Lunwerg), con textos de Susana Monteagudo e ilustraciones de Marta Colomer-Tutticonfetti, habla de ellos y muchos más. Con afán pedagógico, yendo más allá de los lugares comunes y dirigiendo su mirada a un público amplio.
¿Cómo surge la idea del libro y en qué medida su resultado final se ajusta a esa idea primigenia?
Susana- El libro surge de una necesidad personal. Lo dejaremos en deseo insatisfecho para no exagerar. Llevaba tiempo buscando algún título ilustrado sobre la historia del rock que pudiera compartir con mis hijos. Lo busqué tanto en castellano como en inglés y no encontré nada. Meses después, en una noche de insomnio, me asaltó la idea de escribirlo yo misma. Me pareció un buen proyecto y empecé a moverlo de inmediato. Tras recibir una respuesta positiva por parte de Lunwerg, decidimos pasarlo de álbum ilustrado infantil a un volumen de ciento ochenta páginas enfocado a todos los públicos. He de reconocer que me dio un poco de vértigo el cambio, pero el esfuerzo ha valido mucho la pena. Además he podido retomar esa idea primigenia que tanta ilusión me hacía y en breve saldrá editada. Así que estoy doblemente contenta.
¿Te marcaste algún objetivo a la hora de emprender el proyecto?
Susana- Mi objetivo era que resultara ameno y didáctico. Que aportara anécdotas, que fuera fácil de entender y que sirviera para hacerse una idea rápida de qué significaron las distintas etapas y protagonistas de la historia del rock. Le di muchas vueltas a los textos para que resultaran sencillos, concisos pero también rigurosos por lo que a menudo consulté indistintamente a gente experta e inexperta para asegurarme de que el objetivo se cumplía. Estoy contenta con el resultado, la verdad.
¿Por qué pensaste en Marta para las ilustraciones?
Susana- Por muchísimos motivos. Primero porque era amiga y eso facilitaba la comunicación y el entendimiento. Me gustaba su trabajo. Había visto que ya tenía algunas figuras del rock ilustradas, algo que me hizo decidirme (me parecía indispensable que la persona que aportara la imagen al libro tuviera interés por su contenido). Además su punto naïf me divertía y pensé que podía atraer a públicos diversos. Y por último quería presentar un proyecto firmado exclusivamente por mujeres para darle un pequeño puntapié al machismo del rock.
¿Qué te pareció el proyecto cuando te lo contó Susana?
Marta- Me pareció un proyecto brutal, me encantó la idea y tardé menos de un segundo en decirle que sí. Yo llevaba tiempo queriendo hacer algo editorial pero lo que me habían ofrecido hasta el momento no me había interesado en absoluto, o bien por la temática o por cómo estaba trabajado el contenido.
¿Participaste de alguna manera en la selección de los contenidos del libro? ¿Y en la selección de qué era lo que se iba a ilustrar?
Marta- En lo primero no, yo tenía claro que era un proyecto de Susana, que ese trabajo era de ella. Lo segundo fue justo al contrario, ni Susana ni la editorial me dijeron en ningún momento que debía ilustrar, ahí tuve libertad absoluta.
El libro no se reduce a los mismos nombre de siempre, incluyendo a otros protagonistas (sellos, productores,…) más allá de la música y contextualizando culturalmente cada período que se cuenta.
Susana- Efectivamente, otro de mis objetivos era no quedarse en lo más evidente. No se puede trazar una historia del rock -ni ninguna otra- desde la superficie, hay que escarbar mínimamente. Y a pesar de que el libro no pretendía extenderse, sino todo lo contrario, no concebía la elipsis de algunos nombres que, personalmente, considero fundamentales. Algo que tiene que ver también con mi entusiasmo por la música y la proyección didáctica del libro: quería aportar un valor añadido e intentar provocar el mismo placer que yo obtuve alejándome de lo mainstream. Sí, también fui cuidadosa a la hora de trazar someramente el contexto cultural de cada una de las etapas para facilitar la comprensión de algunas de sus peculiaridades. Ahí están, por ejemplo, la filosofía Beat, el Swinging London, la MTV, la irrupción de internet, … Por otra parte, y siempre desde las limitaciones de la obra, he querido reivindicar la participación femenina en el tradicional mundo machuno del rock y poner el foco en cuestiones socialmente comprometidas como la libertad sexual, el abuso de poder o la gentrificación entre muchas otras. Porque el rock también trata de rebeldía y denuncia y me parecía de responsabilidad hacerlo.
Por lo que respecta a las ilustraciones, se percibe un importante trabajo de documentación, no solo centrado en el aspecto físico de las personas retratadas, sino también en pequeños detalles de la ropa o o en ser fiel a los instrumentos.
Marta- Absolutamente, me preocupaba bastante que los puristas se llevaran las manos a la cabeza ante cualquiera de las ilustraciones, estoy segura de que a pesar de todo alguno ya lo ha hecho. Mis dudas se centraban por una parte en las guitarras, en que modelo debían llevar y por otra, en qué etapa de su vida representar a los personajes, al final opté por ilustrar dos veces a varios de ellos por los cambios de look tan bestias que sufrieron a lo largo de sus carreras musicales.
¿Qué criterio se siguió para la selección de los músicos, epígrafes y canciones del libro? ¿Y qué metolodogía de trabajo?
Susana- Fue tan laboriosa la parte de indexación que cuando acabé creí que lo más difícil estaba hecho. Me hice unas listas cronológicas con todas las etapas, artistas, detalles, anécdotas y otras referencias que debían aparecer (intenté ser todo lo imparcial que pude en la selección, pero me temo que he dejado entrever mis debilidades). Aunque lo tenía bastante cerrado no había día que no me viniera un nombre olvidado a la cabeza -también durante el proceso de redacción-, lo que provocaba un debate interno sobre el estado de la cuestión: “¿cabe o no cabe?”. La perfección no existe y asumí finalmente que, por las características del libro, debía repetirme esta máxima a menudo.
¿Con las ilustraciones, tuviste total libertad, o pactabas algunos aspectos con Susana o la editorial?
Marta- Ahí puedo decir que hasta me preocupé, nadie me dijo nada, todo estaba perfecto… llegó un punto que pensé que mi trabajo no les estaba gustando nada, que no sabían como decírmelo y por eso nadie me hacía ningún cambio. Con esto quiero decir que, obviamente, tuve total libertad de acción.
Llama la atención que todas las personas retratadas aparezcan de perfil e incluso algunas de ellas sin esbozar siquiera la boca (cuando son cantantes la mayoría). ¿Hay alguna segunda lectura en ello o es una cuestión de estilo?
Marta- Se trata de una cuestión de estilo,mis personajes son siempre de perfil y sin boca. Que precisamente los retratados en este caso sean músicos y cantantes que son reconocidos por su voz y que al dibujarlos les falte la boca me parece una paradoja muy divertida.
¿Cuál es tu ilustración favorita de todas las realizadas para el libro? ¿Qué fue lo que te dio más satisfacción dibujar?
Marta- Estoy bastante contenta con todos, pero me hace mucha gracia cómo ha quedado Amy Winehouse. Lo que más me satisfizo fue descubrir y redescubrir músicos a los que apenas había prestado atención. Gracias al libro he podido indagar en su vida y conocer unas facetas muy interesantes y comprometidas por la historia que llevaban detrás, entre todos destaco a la cantante Joni Mitchell.
Por los textos breves y las ilustraciones se podría pensar que está destinado a un público infantil-juvenil como libro introductorio. Pero por la selección de contenidos también puede interesar a un público más adulto. ¿Es intencionado cubrir un espectro tan amplio?
Susana- Sí, completamente. Algo que resulta muy complicado, por cierto. Es evidente la vocación didáctica de la obra. Sus ilustraciones, sus textos concisos y comprensibles y su intención enciclopédica pueden atraer a públicos menos iniciados. Pero ¿cómo despertar interés en otros públicos? Ahí entra nuestra búsqueda del valor añadido: la selección de nombres menos populares y la apuesta por la anécdota y el detalle. Estoy especialmente orgullosa del efecto sorpresa que causa al hojearlo más detenidamente. Pasa la criba hasta del más pejiguero. Y aunque lo que voy a decir no tenga ningún valor, estoy segura que de haber tropezado con esa portada brillante firmada por otra persona habría acabado igualmente en mi librería.
¿Qué aporta vuestro libro a la bibliografía ya existente sobre la historia de la música rock?
Susana- It’s Only Rock And Roll aporta humildad y vocación didáctica. No es su intención emborracharnos de datos, no es un libro de autor, ni tampoco un ensayo pormenorizado. Alguien tenía que editar una guía sencilla y divertida sobre el mundo del rock que pudiera servir de iniciación a jóvenes y al mismo tiempo entretener a público adulto. Las necesidades didácticas no suelen ser tenidas en cuenta desde las altas esferas del periodismo especializado. Cosas del ego y la testosterona, supongo.
Marta- Básicamente aporta frescura a un tipo de libro que normalmente va repleto de fotos. Los textos de Susana son concisos y didácticos y se puede leer del derecho o del revés, no tiene que leerse del tirón.