Sara Mesa (Madrid, 1976) es escritora.
¿Somos lo que leemos?
Un libro de tu infancia:
Un zoo en la isla, de Gerald Durrell. Creo que lo leí como unas veinte veces, no exagero. Me emocionaban y divertían sus historias sobre animales. Durante mi niñez soñé con ser zoóloga.
Un libro de tu adolescencia:
Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. A mis 14-15 años me parecía la perfecta historia de amor tormentosa llena de turbiedad y misterio. Seguro que mi lectura de entonces era un tanto superficial.
Un libro de tu juventud:
Mientras agonizo, de Faulkner. A una edad en la que ya empezaba a fijarme en los recursos narrativos, me resultó deslumbrante el uso del perspectivismo y de los monólogos interiores. Más adelante supe que los recursos en sí mismos no son nada y que la fuerza de esa novela está, sobre todo, en sus personajes, su atmósfera, en el retrato de la desesperación de una familia pobre sureña.
Un libro actual:
Cualquiera de los libros de cuentos de Alice Munro. Es una mujer tocada por la gracia de la palabra, hay cuentos suyos que dejan sin aliento.
Un libro de siempre:
El proceso, de Kafka. En realidad, cualquier libro de Kafka. Su visión de las relaciones entre el individuo y el Estado, sobre la opresión y el poder, fueron las de un visionario. No perderá actualidad nunca.
Un libro por leer:
La montaña mágica, de Thomas Mann. Confieso que aún no le he hincado el diente.
Un libro que no pudiste acabar de leer:
Montones. Todos aquellos en los que sentía que el estilo me aplastaba sin ningún motivo, solo por vanidad del escritor.
Un libro que te gustaría haber escrito:
El hombre que amaba a los niños, de Christina Stead. Conozco bien al tipo de personaje tiránico que retrata, pero yo me siento incapaz de abordarlo con la originalidad y el talento que ella despliega en esta rara novela.
Un libro que te gustaría que existiera:
Mi obra maestra.
Tres cosas que te gustan más que leer:
¡Por favor, eso es mi intimidad!