Como dos coches en dirección contraria y por carreteras pararelas, que se saludan al cruzarse, así parecía que circulaban Júlia y Clara Andrés. El dúo de Alcoi cada vez más expansivo, más espacial. La cantautora de Oliva cada vez más minimalista, más terrenal. Pero se juntaron en el volumen 5 del recopilatorio Hits with Tits y se produjo un pequeño big bang.

Aquel primer contacto, Punt vernal, era puro hedonismo calmo, sencillo, cotidiano, bajo un sol de verano proyectado durante todo el año, en el que confluían sus respectivos universos sin renunciar por ello a sus propuestas musicales. Sumando sin restar. Fue el inicio de lo que ha venido después.

Júlia (Estela Tormo + Lídia Vila) y Clara Andrés han sabido buscar puntos de encuentro, instantes en que los fusibles saltaban pero en lugar de apagar la luz iluminaban todas las estancias, sustituyendo aquello tan frugal y genérico de las colaboraciones por el trabajo común. Y como resultado, han conseguido impulsar las canciones hacia la estratosfera o más allá.

La canción Perfils – Menta es el mejor resumen de L’Eix Radical (nombre con el que han bautizado el proyecto), la perfecta simbiosis entre un tema de Júlia y otro de Clara, en el que se pueden identificar pasajes de ambas, pero que a medida que avanza se acaba diluyendo en algo distinto, nuevo, atmosférico, en electrónica orgánica con el toque acústico-gourmet de sonoridades como la bossa. En algo para celebrar.

L’Eix Radical está pensado para el escenario, y en la edición de este año del Trovam se podrá disfrutar el próximo sábado, 9 de noviembre, a partir de las 19h en el Auditori de Castelló. Pero tiene, además, una segunda vida más prolongada con la edición de un disco que solo se podrá comprar en esos conciertos. Grabado en directo, con la ayuda de Adrià Sempere, en el Teatro Calderón de Alcoi, con algunos arreglos añadidos, recoge 13 canciones de sus proyectos personales más temas inéditos. Un álbum que suena tan mediterráneo como saturniano, que invita tanto a cocinar como a irse de misión cósmica, que está plagado de pequeños detalles que lo hacen tan delicado como etéreo, que no renuncia a las melodías populares y que como si fuera un prestidigitador hace el más difícil todavía consiguiendo que M’has vingut (de Clara Andrés) y Cap Parat (de Júlia) sean todavía mejores canciones de lo que ya eran. Vayan y compren.