María Iranzo-Cabrera, autora del estudio

María Iranzo-Cabrera, autora del estudio

Un análisis liderado por la periodista y docente María Iranzo-Cabrera denuncia el papel de periodistas y medios en la amplificación de discursos de odio, con el caso de Irene Montero como ejemplo.

María Iranzo-Cabrera, doctora en Comunicación Interdisciplinar, profesora de Periodismo en la Universitat de València y coordinadora de su Grado en Periodismo, ha publicado un estudio en Social Science Computer Review que revela el papel de los periodistas en la propagación de discursos de odio en Twitter. La investigadora, con una dilatada trayectoria que incluye reconocimientos como el Premio Nacional Fin de Carrera, aborda la calidad periodística, la autorregulación y la perspectiva de género, especialmente en contextos de polarización digital.

El estudio se publica en un momento especialmente convulso para las redes sociales en España. Durante episodios recientes, como la DANA que afectó al sureste español en septiembre, Twitter (ahora X) se convirtió en un espacio de polarización, donde desinformación, ataques personales y discursos extremos fueron amplificados por usuarios y cuentas con gran alcance. Desde su adquisición por Elon Musk en 2022, esta plataforma ha sido señalada como un “caldo de cultivo” para la polarización, el acoso digital y los discursos de odio, con algoritmos que priorizan publicaciones emocionalmente intensas, particularmente las que generan enfado.

El caso analizado se centra en los días posteriores a las polémicas declaraciones de la diputada de VOX Carla Toscano contra Irene Montero, ministra de Igualdad, en noviembre de 2022. En un análisis de casi 64.000 tuits, al menos la mitad de los mensajes que incluían el nombre de Montero contenían expresiones de odio o lenguaje inapropiado.

Medios y periodistas, lejos de mitigar el tono hostil, contribuyeron a amplificarlo. De los 83 profesionales analizados con más de 10.000 seguidores, un 37,58% usó lenguaje hostil propio, y un 11,41% difundió discursos de odio citando a otros usuarios. Además, 42 medios de comunicación participaron en el debate, con un 27% de sus publicaciones reproduciendo contenidos hostiles y un 2,38% incluyendo insultos directamente.

El trabajo también muestra una preocupante polarización ideológica entre los periodistas. Mientras los progresistas tendieron a insultar calificando a sus adversarios como “fascistas” o “horda nazi”, los conservadores utilizaron ironías y estereotipos para atacar a Montero, justificando su campaña de odio con argumentos relacionados con la ley ‘Solo Sí Es Sí’.

Para Iranzo-Cabrera, estos datos demuestran una grave irresponsabilidad en el ejercicio periodístico. Los profesionales, afirma, están priorizando la polarización ideológica y el interés por generar interacciones en redes sobre el respeto y la calidad del debate público.

La investigadora propone medidas urgentes para frenar esta deriva. Los medios de comunicación deben establecer pautas claras para evitar que sus periodistas utilicen sus cuentas personales para difundir odio. Además, es necesario reforzar la responsabilidad editorial en la publicación de contenidos, limitando la reproducción de discursos hostiles tanto de terceros como propios. Estas iniciativas, señala Iranzo-Cabrera, son esenciales para restablecer la confianza en un periodismo ético y comprometido con su función social.