Septiembre del año pasado. La foto del cadáver de un niño, en la orilla de una playa de la isla griega de Kos, da la vuelta al mundo. Los muros de facebook comparten compungidos la instantánea. En unos minutos se convierte en la imagen-denuncia de la situación que viven los refugiados. Protestas en todo el mundo. Promesas políticas que nunca se cumplieron. Siete meses después, puede que alguien recuerde que el pequeño se llamaba Aylan Kurdi y tenía 3 años. Pero, ¿cómo se llamaba la fotógrafa que inmortalizó el instante?
Para que preguntas como la del párrafo anterior no se queden sin respuesta (fue la turca Nilufer Demir), y sin que eso signifique un protagonismo que nunca debe eclipsar a la noticia, es necesario que el trabajo de los fotoperiodistas (igual hay que empezar por llamarles periodistas a secas) tenga mayor reconocimiento. Cualquier iniciativa que ayude a visualizar a estos profesionales merece un aplauso. No hay que olvidar que, aunque frase hecha, es cierto que muchas veces una imagen vale más que mil palabras. Aunque les pese, incluso, a algunos colegas de oficio.
El PhotOn, Festival Internacional de Fotoperiodismo y fotografía documental, lleva ya seis ediciones, con la de este año, en ese camino. Una iniciativa de la asociación Documenta «sin ánimo de lucro, con el objetivo de acercar el fotoperiodismo a la sociedad y otorgarle el protagonismo que se merece, apostando por el fotoperiodismo como forma de comunicación y como indispensable herramienta para el cambio social». Entre los nombres que han protagonizado, de una u otra manera, su pasado, destacan Samuel Aranda, Manu Brabo, José Palazón o Júrgen Schadeberg.
En esta ocasión, será Gianfranco Tripodo, de origen filipino pero afincado en España, quien inaugure el ciclo de conferencias. Entre los medios con los que ha trabajado destacan The New York Times, Der Spiegel, Monocle, Financial Times Weekend o El País Semanal. Especialmente interesante es su proyecto documental Into the void sobre un viaje que realizó a lo largo del río Amarillo en China. Otro de los invitados será Gervasio Sánchez, que no necesita presentación alguna. El fotoperiodista andaluz (al que el Museu d’Etnologia le dedicará, en junio, una retrospectiva de su obra) es posiblemente la figura más emblemática e importante del género, en nuestro país. Un referente al que le avala su excepcional trabajo en conflictos bélicos por todo el mundo.
Más nombres propios en esta edición son los de Judith Prat, Daniel Ochoa de Olza, Pablo Ernesto Piovano y Georgi Licovski. Prat es una fotógrafa freelance que ha documentado las estremecedoras realidades de lugares tan dispares como Nigeria, Congo o las cárceles de Panamá. Ochoa de Olza es un todoterreno que ha trabajado en todos los campos informativos (para Associated Press) y cuyas imágenes han sido reconocidas con varios premios internacionales. Piovano tiene un compromiso social muy marcado en sus proyectos, además de realizar unos retratos fascinantes. Y Likovsky es de los que están convencidos de que sus fotografías no solo deben informar, sino también ayudar por el componente de denuncia que tienen.
Además de las conferencias, el PhotOn programará las películas «Retratos del alma» y «Frame to frame». La primera, dirigida por Sandra Balsells, gira en torno a la vida después de una guerra como la de los Balcanes, una cinta casi tan dura como el libro «Como si masticaras piedras (sobreviviendo al pasado en Bosnia)», de W.L. Tochman, con el que guarda ciertos puntos en común. La segunda transmite la pasión de una profesión a través del relato de cuatro fotoperiodistas que vivieron en el Afganistán dominado por los talibanes y en el país liberado en que se convirtió después.
Un festival en el que los reporteros gráficos son los absolutos protagonistas no puede dejar de mostrar sus trabajos al público. Así son varias las exposiciones que se podrán visitar durante y después (incluso alguna ya está inaugurada como «Fronteras de Europa» comisariada por el Colectivo 5W o «Destellos en la oscuridad», de Ricard G. Vilanova) del certamen. Se trata de «El costo humano de los agrotóxicos», uno de los proyectos más importantes del mencionado Piovano; «Refugiados», de Marco Risovnik y Georgi Licovski; o Fishshot, de Javier Corso, ganador beca PhotOn Festival 2015. Programación completa, aquí.